Revista Diario
Hace ya unos cuantos veranos encontré entre un montón de libros de oferta un manual de supervivencia para mujeres. El libro no era más que una recopilación de consejos sacados de revistas y manuales ordenados por capítulos temáticos. De hecho, solamente había un apartado en el que la autora invertía toda su creatividad. Dado que existían tantos modelos de familia como canales de televisión, si una mujer lograba identificar a cuál de ellos pertenecía, sabría a qué atenerse. Evidentemente, los modelos de familia más complicados eran los que incluían hijos de antiguas relaciones y la fuente de inspiración para tratar el tema eran novelas, películas y cuentos infantiles. De esta manera, la mujer que se encontrara con una niña de entre ocho años y la mayoría de edad tenía todos los números para ser considerada la madrastra de Blancanieves. Para tal situación la autora afirmaba no haber encontrado aún solución y aconsejaba resignación por mucho que a nadie le guste ser la mala del cuento. ¿O sí?Este año se cumple el 75 aniversario de la Blancanieves y los siete enanitos de Walt Disney. Para la ocasión la cartelera promete tres versiones del cuento de los hermanos Grimm. Sin embargo, existe una gran diferencia entre la historia que todavía encandila a las niñas que se visten de princesita en Carnaval y las versiones que buscan atraer también a un público adulto. Esta diferencia consiste en que el personaje de "la mala" es uno de los principales atractivos de la película. En realidad, estoy convencida de que, si se realizara una encuesta sobre cuentos de hadas llevados al cine, se llegaría a la conclusión de que la gente recuerda más a quien encarnó a "la mala" que quién fue la adorable protagonista. Por eso mismo, no es de extrañar que actores y actrices manifiesten con frecuencia que les gustaría interpretar un papel de malo malísimo. Pensemos por un momento en lo que supone convertirse durante unas horas en la madrastra de Blancanieves. Vestuario de lujo, fotos de promoción para el recuerdo y la posibilidad de sobreactuar porque, al fin y al cabo, las madrastras de manual nunca son lo suficientemente malvadas. Así pues, solo nos queda disfrutar de las propuestas de Julia Roberts, Charlize Theron y Maribel Verdú.Y en cuanto al manual de supervivencia para mujeres, espero que nadie se lo tomara en serio. Si es que había que tomárselo en serio, ya que quizá con el calor que hacía aquel día en la tienda no fui capaz de captar la ironía de su autora.