El incendio del alma
se apea en la puerta cuando llega el diario,
la calle se desgañita y es dolor de arrabales
de tu vientre oxidado
de tus besos no natos
y gota a gota la mañana moja mi ventana
se excita, se masturba de sol y día
y los alaridos del hambre se disfrazan de niños
que me estiran el alma
la lluvia es tan verdad que duele
y tus ojos ya no aman
la mañana viciada, enfurecida y estafada
te hornea en el recuerdo y es pan y es cielo encapotado
el incendio del alma
se apea en la puerta cuando llega el diario,
duelen los negros y grises de la muerte en fotos
y tus cielos negros como la lluvia de hoy y de antaño
y como todo, la mañana pasa.