LA MARIPOSA
«Y sedienta de miel y de rocío…»
José Ángel Buesa
Dibujo de Gabriela Díaz Gronlier, pastel y papel.
LA MARIPOSA
Volando de flor en flor,
y compitiendo en colores,
sacian en el néctar
sus ansias de dulzor.
El invierno las asusta
y la primavera permite
que sus alas dibujadas
embellezcan los jardines.
Lepidópteros las llaman.
Invertebradas son.
Y su vida en la tierra
dura lo que un resplandor.
Se transforman, polinizan, migran.
Y hormigas, ranas y sapos
en sus menús las incluyen.
¡Vuelan! ¡Vuelan! ¡Vuelan…!,
libando a los claveles,
a las verbenas y a las alceas.
¿Quiénes son las misioneras del polen,
cuyas patas y ojos portan
lo que a la flora enriquece?
—¡Lo sé…! ¡Lo sé…! ¡Lo sé…!
—alzan las voces los niños,
motivando algarabía—.
Son… ¡las ligeras mariposas!
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