La Maternidad de la A a la Z: B de Bimaternidad (Pros y Contras)

Publicado el 27 julio 2013 por Conmdemamá @CONMDEMAMI
Cuando Papi y yo nos planteamos volver a ser padres y entrar de lleno en la BIMATERNIDAD no hicimos lista de pros y contras, ni analizamos con detalle la situación, no... Nosotros nos tiramos al vacío sin paracaídas, porque sí, porque nos van las emociones fuertes y porque ya se nos había cruzado la idea, así que iba a ser muy difícil soltarla y dejarla estar como si nada. Sin embargo, tengo un par de amigas que andan con la idea rondándoles por la cabeza, y parece que no acaban de inclinar la balanza hacia el lado BIMATERNIDAD. Pues como las quiero bien, hoy voy a contarles qué supone para mí ser BIMADRE, dándoles una mini lista de PROS y CONTRAS. Sin pelos en la lengua, sin andarme con chiquitas, sin endulzar porque sí y sin amargar porque no. Vero, Pao... ¡Va por vosotras!Mi BIMATERNIDAD acaba de cumplir 9 meses. ¡Sí, como un embarazo, tal cual! 9 meses en los que ha habido ratos en los cuales ¡yo hubiera deseado poder volver a meterme en la pancha y no salir! 9 meses en los que nos hemos vuelto algo más locos, sí, para lo bueno y para lo malo.Lo que está claro es que la BIMATERNIDAD tiene muchos PROS, es más, en realidad, TODO SON PROS, pero tiene CONTRAS, como todo, que a veces nublan los PROS y hacen que quieras ponerte a gritar, llorar, tirarte por la ventana, emigrar a otro continente, vivir en un spa y cosas parecidas.¿Ejemplos? ¡Vamos con ellos!La BIMATERNIDAD te regala momentos únicos que son un claro ejemplo de PROS:

Sólo gracias a que SON DOS es por lo que es posible ser testigo de esa magia única, esa complicidad entre ellos que se palpa con que únicamente se miren, ese amor tan puro, tan incondicional y siempre dispuesto... Precisamente porque SON DOS, dobles son los momentos de carcajada, las pallasadas, las canciones para ir a dormir, las canciones para bailar, los bailoteos, los botes, los momentos de teatro con disfraces, los juegos, la repostería creativa, los cuentos, las caricias, los besos, los abrazos, los mimos, los achuchones, las lágrimas de emoción, el orgullo de ser sus padres, la satisfacción de verlos crecer sanos y sintiéndose amados, cuidados y protegidos (sin el "sobre"), la admiración por su afán de superación y sus ganas de aprender, sus miradas de "gracias, soy muy feliz"... Y nuestra felicidad.Tener DOS HIJOS es lo mejor que me ha pasado en la vida, así, sin más, sin condiciones. Es un PRO, descaradamente. Porque me ha enseñado, y me enseña, día a día que el amor no tiene límites, que aunque creas que ya no puedes más, siempre puedes porque ellos te necesitan entera y bien, que una sonrisa a tiempo mueve montañas, que un beso lo cura todo, que un abrazo es el bien más preciado, que hay canciones mágicas, que el tiempo vuela, que el mundo de los adultos es monótono y aburrido, que nuestros problemas son todo lo grandes que queramos hacerlos, que los ojos de un niño son los más puros e inocentes del universo y que son capaces de ver luz donde no la hay, que quien no pregunta no sabe y quien no llora no mama... Tener DOS HIJOS, ser BIMADRE, es un premio, un regalo del cielo y una grandísima suerte.Peeeeeero... ¡una cosa no quita la otra! Y como todo PRO tiene su CONTRA... ¿Qué pensabais? ¿Que lo de "volverse loco" era pura metáfora? ¡Pues no! Vamos con los CONTRAS.Vamos a ver, almas de cántaro. Rebobinemos: ¡Iiiiiiiigrriiirsssssshpop! TENER DOS es, entre otras cosas, que tu salón pase de parecer una juguetería, con un montón de juguetes y demás bien apiladitos, en cajas, en baúles... a ser ESTO:¡Una puñetera leonera en tan sólo cinco minutoS! Jod...¡pe! Que ni los del CSI hacen despliegue de medios tan rápido. Y eso que el Rubiazo sólo gatea... ¡Miedito pensar a dónde tendremos que emigrar cuando ande! ¡O mejor cuando juegue con los gormitis y demás muñecos horrendos! Pero si parece que padezcamos el síndrome de Diógenes: trastos por doquier y por donde no es doquier: léase debajo del sofá, en tu bolso, en los armarios de la cocina, entre tu ropa, en la lavadora, por el pasillo... Pero oye, tenemos la casa de un colorido... ¡que ríete tú de los diseños de Agatha Ruiz de la Prada!Otro pequeño CONTRA es el momento "yo lloro, tú lloras, él llora... ¡nosotros lloramos!" o momento "conjugación de tooodos los verbos que impliquen una acción chunga, a ser posible de las que más jod joroba a los papis". Y, eso sí, siempre a dúo, que si no no parecemos hermanos. Estas acciones pasan por: llorar, berrear, gritar, no hacer ni pu caso, no querer comer, no querer dormir ¡(NO QUERER DORMIR!), querer algo los dos (si puede ser lo mismo, mucho mejor y más emocionante será el momento) a la vez, querer cada uno una cosa, compincharse para que uno derrame algo y el otro lo esparza... Y, por supuesto, todo esto va aderezado con el complemento ideal ante toda situación crítica: ESTÁS SOLA ANTE EL PELIGRO (o en su defecto, es el papi quien lo está, con la inevitable consecuencia que ello implica: 300 llamadas telefónicas en 30 minutos).Ser BIMADRE de dos petardos tiene CONTRAS tales como que, por ejemplo, gires la cabeza un milisegundo para atender a tu mayor y, mientras, el pequeño, en un intento de robo de cuchara llena de yogur (nos ha salido un poquito "carterista" el niño, qué le vamos a hacer) haga que tu pelo parezca el de Cameron Díaz en Algo pasa con Mary, y no precisamente por el color rubio:Y claro, te ríes por no llorar.O que entres a una sala de lactancia cualquiera a darle la merienda al Rubiazo y cuando el pobre no ha hecho más que conectarse a la corriente... - Mami, me hago mucho pis. - ¿No puedes aguantar un poquito que llegue papi? - ¡No! ¡Que se me sale!Y ahí que vas tú, sujetador sin abrochar, disco de lactancia colgando, niño llorando, empujando el carro y entrando en el baño de minusválidos mientras le das una razón válida a tu hija del porqué de entrar en ese baño, porque parece que a ella no le convence.- ¡Ese cartel no es de carros!- Ya, cariño, pero tú te vas a hacer pis encima y en el baño ordinario entrar el carro es más complicado, y yo pretendo no quitarle ojo a tu hermano mientras te levanto al vuelo para que no toques el WC... Ni qué decir tiene que el final fue magnífico: MAMÁ MEADA. Es más, MAMÁ MEADA, CON EL SUJETADOR AL AIRE, SIN ABROCHAR, SALIENDO DEL BAÑO DE MINUSVÁLIDOS Y VOLVIENDO A LA SALITA DE LACTANCIA, CON UN RETACO EN BRAZOS LLORANDO DE HAMBRE.Así que el cambio de ser madre de uno a ser madre de dos, BIMADRE total, te hace pasar de tener un aspecto PRO, es decir, despreocupado, feliz, sin apenas ojeras o al menos sólo las justas, sonrisa profident y ganas de muuuchos hijos...A parecer un puñetero walking dead (CONTRA a más no poder)cuyo mejor aspecto aparece el día que se pone una mascarilla de arcilla para celebrar que hace una burrada de años que no pasa por un gabinete de belleza para ponerse en orden. Día, dicho sea de paso, en el que se dedica a tejer muñequitos de vudú para recordar, con muuucho cariño, a aquellas mamis que nunca le dijeron la verdad: ¡¡1+1 NO SON DOS , SON 11!!Y a pesar de todo, he de reconocer que, al menos para mí... SER BIMADRE ES UN PRO TAN GRANDE COMO UN OCÉANO. 

CON M DE MAMÁ y B de BIMADRE