Esta reseña quiero que sea tan corta como la extensión (aunque creo que será difícil) de este libro, pero no creo que nunca pueda conseguir plasmar con la misma intensidad lo que sentí al sumergirme en cada una de sus páginas. Os mentiría si os dijera que es un libro que me acabo de leer, puesto que de esto hace ya tres años. La primera reseña que hice de este libro data de los inicios de mi andadura como bloguero. Hubo una época, antes de formar equipo con Álex, en que tuve un blog literario llamado “Librosyonkis”, en el cual plasmaba mis impresiones como lector. La reseña no sobrepasaba los dos párrafos, imaginad mi falta de experiencia.
Este libro llegó a mi vida gracias a una amiga y sentí como cada una de sus páginas como iban calando en mi mente y en mi corazón, de una manera inocente, delicada y certera.
Os hablo de un cuento para adultos que explica de una manera simple pero precisa y poética, los problemas que vienen cuando una máquina tan caprichosa como el corazón decide latir a marchas forzadas por un amor que no sabemos a ciencia cierta si va a provocar que se paren todos los engranajes de una mecanismo tan delicado e imperfecto como es la de nuestro corazón.
Este impresionante libro nos cuenta la historia de Jack, un joven que decide nacer en la noche más fría de Edimburgo, de las entrañas de su madre. Una prostituta que lo deja en manos de una vieja y estrafalaria curandera llamada Madeleine. El frío de aquella noche, hace que nuestro protagonista para seguir viviendo deba llevar un reloj de cuco que accione el mecanismo de su corazón. Muy pronto deberá aprender la dolorosa lección de que las emociones fuertes pueden suponer un peligro vital para él, pero hay una fuerza más poderosa que cualquier otra, que hace que nuestro protagonista experimente el mayor de todos los peligros: enamorarse de la bailarina española Miss Acacia.
Mathias Malzieu desde que leí este libro, para mí se ha convertido en el poeta del amor. Es enternecedor ver como de una manera tan inocente y simple, es capaz de plasmar las penurias y sentimientos que nos mueven cuando estamos enamorados. La prosa y la técnica de este autor es simplemente sublime. Consigue de manera magistral con metáforas, y paralelismos contar una historia tan difícil como es el enamorarse.
Cuando comprobé el símil corazón-reloj, y lo bien que se fusionaban estos dos comprendí que la historia no podía hacer otra cosa que conmoverme. Aún hoy con la relectura de este libro he tenido ese perenne nudo en la garganta, amenazando con hacerme derramar alguna que otra lágrima. Todos sentimos cuando queremos y deseamos a alguien que nuestro corazón empieza a acelerarse de manera descontrolada, pues bien, en él puede suponer la muerte. Y de alguna manera, cuando a nosotros/as nos pasa lo mismo, sentimos que nuestro corazón se para.
Si tuviera que subrayar frases que me hayan gustado del libro os tendría que dejar todo el texto. Hay frases que te llegan de la misma manera que te puede llegar una canción con la que te sientes identificado.
Jack es un personaje peculiar, un tanto siniestro que comete la mayor suerte o desgracia de enamorarse, lo hace por entero, dándole su corazón a su amada bailarina, entregándole de forma metafórica y literal la llave de algo tan vital para él, su corazón.
Miss Acacia, encarna toda la fuerza y la pasión que supone tu primer amor. Ese fuego que te arrastra y del cual no puedes escapar.
Madeleine, es la eterna madre sobreprotectora que decide mentir al ser que más quiere con tal de que no sufra la misma suerte.
Joe, es el contrapunto de Jack, los celos personificados, la otra cara de la moneda, cada personaje encarna a un estado amoroso a la perfección.
Y un final, que si estás o has estado enamorado solo tú podrás entender. En el amor, puedes ganar o perder, quizás tu mecanismo pueda dejar de funcionar irreversiblemente, pero si no lo intentas nunca sabrás si esto ha valido la pena.
Si quieres a alguien que te importa es OBLIGATORIO regalar esta historia que hará que se accione cada engranaje de tu preciado corazón.
Este libro no será una de mis mejores lecturas del año, puesto que no fue leído en el 2012, pero desde luego si que merece con todo mi corazón esta nota.