La medicina del llanto

Fisiológicamente, las lágrimas tienen funciones muy importantes; protegen el ojo de las impurezas del ambiente y lo mantienen húmedo. Las lágrimas contienen agua, y rebosan aceites, enzimas, sales y, sobre todo, varias hormonas del estrés, como la prolactina, expulsada por el cerebro durante las emociones intensas. Al parecer, cuando lloras, expulsa estas sustancias químicas, y entonces comienzas a sentirte más sosegada, libre de palpitaciones, tensiones y depresiones. De acuerdo con algunos siquíatras norteamericanos, las lágrimas no sólo aclaran los ojos, sino que limpian el alma de las frustraciones.
Además, cuando lloras y sollozas abriendo la boca ampliamente, provocas contracciones en todos los músculos de la cara y el cuello, y los hombros se relajan. Por otra parte, se producen movimientos del diafragma que favorecen la respiración, con lo cual la ventilación respiratoria alcanza niveles máximos, haciendo que el hígado y los órganos digestivos produzcan jugos gástricos y saliva. Si el llanto es sincero se convierte en un recurso de primer orden para conectar con sentimientos profundos, cerrar heridas y tener una visión más equilibrada y realista de la vida. "No satisfacer nuestras necesidades o perder lo que amamos y nos duele y siempre nos van a doler, pero el llanto que asoma a nuestros ojos es una respuesta saludable para aliviar el dolor", dice la sicoterapeuta Aurora Morera Vega, autora de Lágrimas que curan. "Son una vía para encontrar la paz".
Si nos entregamos suavemente al llanto, éste nos puede conectar con ciertos pesares que están en lo más profundo de nuesro corazón: el dolor delamor que no recibimos, el dolor de sentirnos vulnerables y solos, la pena por el dolor de todo el mundo...Hace unos años, un grupo de científicos estadounidenses llevaron a cabo una investigación que consistió en recoger las lágrimas derramadas por dos grupos de voluntarios: en un caso, las inducidas por películas conmovedoras, y en el otro, las producidas por cortar cebollas. Al analizarlas, encontraron que su composición era distinta: además de agua, sal y otros minerales, presentes en ambas, en las lágrimas de pena había una gran cantidad de las hormonas rsponsables del dolor y el estrés, ausentes en las producidas por la cebolla ¿La conclusión? Las personas que lloran de verdad eliminan el estrés y calman el dolor más rápidamente que quienes reprimen el llanto. Estas últimas acumulan en el cuerpo esas hormonas y mantienen la tensión física y síquica durante más tiempo.