
La mejor jugada
El último reparto de cartas le había sido muy favorable. Allí estaba ese magnífico repoker formando abanico en sus manos. Al juglar comodín lo flanqueaban dos ases negros a un lado y dos rojos al otro. Tras una noche aciaga en la que todo estaba perdido conseguiría ganar la partida definitiva y todos esos fajos de billetes serían suyos. "Trío", dijo uno. "Poker de damas", el otro.
Por fin quedaba el último. Este lo miro con ojos de sonrisa malvada para después ir mostrando las cartas una a una: Comodín...As de picas...As de trébol......De rombos... De coraz...
"¡Tramposo, eso es imposible!". Gritó el otro al tiempo que sacaba su arma. "Te mataré con esta pi...pi...pi...pi...pi...pi..
Despertó sobresaltado y apagó el despertador.
Torcuato González Toval
