Me equivoqué.
Y ahora lleno de lagunas las mentiras que me hicieron pensar en que el amor perfecto existía.
Me equivoqué y ahora golpeo las paredes quiero derrumbar los Muros que me impiden volver a empezar.
Cuando todo parecía no tener final, cuando las mentiras dormían conmigo y yo cerraba los dos ojos con toda mi inocencia, mi belleza y mi confianza.
No me arrepiento, mi alma está limpia, pura, sigo siendo esa mujer que quiere llenar de lagunas su cabeza, arrancar la falsedad y en los huecos llenarlo todo de algodón desinfectar con alcohol.
Yo simplemente aposté y perdí.
Hay personas que no tienen corazón que tienen el alma caducada y podrida.
Y yo no vi los gusanos pero están ahí... comiéndoselo todo... devorando su vida.
Y ya no siento pena.
Y ya no siento nada.