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La metformina en el tratamiento de la diabetes tipo 2
Publicado el 09 junio 2013 por JuanluisLa metformina es hoy día el medicamento más usado en el tratamiento de la diabetes tipo 2. Se conoce comercialmente con los nombres de Clormín, Metforal, Glucophage, Glisulín y otros. Su principal efecto es la disminución de la producción de glucosa por el hígado. También reduce la absorción de glucosa en los intestinos, disminuye las grasas sanguíneas y ayuda a bajar de peso, pues produce una leve reducción del apetito. Por todas estas razones, la mayoría de los endocrinólogos la prefieren como medicamento inicial en el tratamiento de la diabetes tipo 2, especialmente si se acompaña de sobrepeso u obesidad. Una ventaja adicional es su bajo costo.
La metformina también se ha usado exitosamente en la prevención de la diabetes tipo 2 en personas con altos riesgos de contraer la enfermedad, debido a que la metformina evita la subida de la glucosa sanguínea, pero no produce hipoglicemia (azúcar baja) cuando se usa sola. Se puede usar en combinación con una o más clases de medicamentos orales o con insulina. Viene en tabletas de 500, 850 y 1,000 mg. Se recomienda tomarlas a mitad de las comidas, por lo menos 2 veces al día. El autor prefiere la metformina XR o de larga acción que, como actúa las 24 horas, solo hay que tomarla 1 vez al día, es más efectiva y produce menos efectos secundarios. Viene en 500 y 750 mg. Se conoce comercialmente como Glisulin XR o Glucophage XR. Efectos secundarios.La metformina es generalmente bien tolerada, pero pueden presentarse efectos secundarios gastrointestinales (diarrea, náusea, vómitos, pérdida del apetito y sabor metálico). Se presentan en 20% de los pacientes, generalmente al inicio del tratamiento, y tienden a desaparecer con el tiempo. Pueden minimizarse empezando con dosis bajas, por ejemplo, una tableta de 500 mg con el desayuno, e ir aumentando gradualmente hasta una dosis máxima de 850 mg tres veces al día (2,550 mg/día). Contraindicaciones.La metformina no se debe tomar cuando hay enfermedades graves del hígado, riñones o pulmones; insuficiencia cardíaca, alcoholismo o edad muy avanzada (más de 80 años). En estas situaciones, la metformina puede producir acidosis láctica, una complicación rara pero grave, en la que se forman ácidos en la sangre. Tampoco se debe usar en el embarazo y debe discontinuarse 2 días antes de una cirugía y reemplazarse por insulina durante la misma. © Juan Luis Fernández. Tomado del libro de nuestra autoría “Diabetes: guía médica y nutricional”.