Revista Literatura
La Mortaja
Publicado el 27 junio 2017 por Saladimfarishta
Le dijeron que, si luchaba por defender la democracia, podría ser todo lo que quisiera ser. Democracia no era más que la permanencia de un estilo de vida distópico. En los maizales de un país mesoamericano, durante una fría noche de diciembre, fue ajusticiado por un grupo de rebeldes. A la mañana siguiente, los campesinos del lugar lo encontraron a un lado de la trocha por la que solían transitar, rumbo a la capilla, todos los domingos. Él anhelaba convertirse en un ejemplo para el resto de sus compatriotas. Su cuerpo estaba envuelto en barras y estrellas. La bandera de su propio país le sirvió de mortaja.