Revista Diario
La Muerte en Venecia, de Thomas Mann
Publicado el 16 noviembre 2008 por Sanchez
Thomas Mann (1875-1955) recibió el Premio Nobel de Literatura en 1929. En 1911 publicó La Montaña Mágica. En esta obra el autor usa gran cantidad de adjetivos en las descripciones que las sobrecarga y las convierte en demasiado barrocas. Utiliza como vehículo un viaje realizado por voluntad propia, un viaje de aprendizaje, que no es nuevo en la literatura y que fue anteriormente utilizado en la Odisea, en la Divina Comedia o en los Viajes de Gulliver, donde sus protagonistas realizaban así mismo viajes en los cuales tenían que aprender cosas, rescatar a personas o explorar el mundo buscando ideas nuevas.El protagonista comienza el viaje huyendo de si mismo y buscando la belleza en una ciudad especial. Sin embargo, cuando llega se encuentra decadencia, corrupción y muerte. El interés de la obra reside, en el drama interior de uno de los personajes, Gustav von Aschenbach, escritor alemán de edad madura que ha llegado a Venecia buscando renovar la inspiración perdida. Ya instalado en el hotel, Aschenbach se interesa por un adolescente de catorce años, Tadzio, que representa la belleza extraordinaria y perfecta. Después descubrirá que no hay perfección pues, aunque posee gran belleza, tiene un defecto: es un ser débil y enfermizo. Esto nos demuestra que la belleza es efímera y no tiene valor por si misma.Inicia entonces una descripción psicológica de Aschenbach, cuya moralidad comienza a ceder por una pasión prohibida. El rigor intelectual y la estoica disciplina del escritor se consumen en las brasas del amor y el respetable Aschenbach se va convirtiendo en un ser indulgente a quien el tardío amor trastorna. Sin embargo, los delirios amorosos del artista se mantienen en un plano puramente intelectual, pues el temor al rechazo le impide acercarse físicamente al joven Tadzio. El protagonista no abandona la ciudad pese a saber de la peste por no dejar de ver a su joven amado y esto le llevará a su propia muerte. La muerte en Venecia es una obra de complejo simbolismo lo cual genera variadas interpretaciones. Como ejemplo tenemos la significación de Venecia: la ciudad de las apariencias y las ilusiones románticas y, al mismo tiempo, aquí puede considerarse un emblema de la decadencia que afecta al propio Aschenbach. En la obra también nos demuestra como volver al pasado en busca de un mejor presente es un error, ya que los valores antiguos están obsoletos y son inservibles. Thomas Mann reconoció públicamente una parte autobiográfica en esta novela.Esta obra fue llevada al cine por Luchino Visconti en su película: Muerte en Venecia.