La muerte y otros ogros

Desde pequeños nos enseñan a caminar, comer, hablar, leer, escribir, a como comportarnos en sociedad y hasta nos inculcan (o al menos lo intentan) una religión, pero una cosa que no nos enseñan es qué es la muerte y cómo debemos superar el fallecimiento de nuestra gente. Cada uno/a lo lleva como puede, unos con rabia, otros llorando, otros en silencio, otros prefieren no asimilar, otros se refugian en la religión o simplemente en otra persona...y todos estos tipos de comportamientos tan diversos se deben a que nadie nos ha enseñado que la muerte es parte de la vida y que como a todas las cosas y a otros animales a nosotros también nos toca. Mi conclusión es, lo vivimos con mucha angustia existencial.
En primer lugar, deberían enseñarnos a la señora muerte como algo natural y que la pinten como un esqueleto con guadaña no ayuda mucho la verdad. Es una de esas concepciones que va formando parte de nuestra vida como algo diabólico y que cuando nos toca de cerca pues lógicamente lo vivimos con mucho sufrimiento y miedo, es lógico, a los niños pequeños se les dice que si no se portan bien viene el "coco" y se los lleva y viven durante años atemorizados por ese señor y nosotros, como si de niños se tratase tenemos una reacción similar, viene ella y nos hacemos un ovillo.
En segundo lugar, peco de inculta en este tema, pero he observado (al menos en la zona en la que vivo) que ni los hospitales ni las funerarias  ofrecen un servicio de atención psicológica, y digo yo...si nos pintan tan bonita a la muerte, alguien nos tendrá que ayudar para digerir toda esa amalgama de sentimientos ¿no? Después surgen problemas como la depresión, el abandono, suicidios...para mi evitables con la ayuda precisa.
Aquí hay dos tipos de personas, aquellas que se mentalizan en superar esa perdida o los que se refugian en el sufrimiento y no la superan jamás con la consecuente "mochila"  de una serie de traumas que al no ser trabajados conllevan otro tipo de "afecciones psicológicas". Y todo esto, como decía antes, es por un problema de gestión de nosotros mismos, porque no nos han enseñado nada acerca de ese monstruo, ni tampoco nos han hablado bien de el.
En esta sociedad, este tema es un tabú, porque al igual que hablarle de sexo a un niño/a, también es complicado hablarle sobre la muerte, pero complicado no significa renunciar a hacerlo. Debemos aprender a naturalizar las cosas que son parte del ciclo vital y de esta manera será menos traumático,
Las personas a las que queremos, siempre vivas o muertas formaran parte de nuestras vidas, porque los recuerdos con raíces fuertes jamás se van de nuestra mente y además manteniendo vivo ese recuerdo, ellas serán inmortales para siempre.
Y es que lo más esencial es que en los peores momentos también tenemos que pintar sonrisas.