LA NAVIDAD
La Natividad, Juan Correa de Vivar, óleo sobre tabla, 1533-1535.
Anoche un Ángel entró en mi habitación y me dijo: «Hasta el confín de la tierra, evangelistas y profetas han llevado el más hermoso relato de Amor, el que revela el compromiso de Dios con los hombres; pues Dios envió a su Hijo a la tierra para compartir con la humanidad alegrías y tristezas». Y, diciéndome esto, el Ángel Gabriel desapareció.
Llevaba días pidiéndole ideas a mi mente, intentando encontrar un regalo de Navidad para mis amigos lectores. Fue así como, luego de ese instante en que una Luz me iluminó, recordé que en los textos bíblicos tenía las palabras adecuadas para relatar el Amor Eterno, Amor que da su Fruto en Navidad. Fue, entonces, cuando pensé en el Museo Nacional del Prado y su espléndida colección de obras que relatan el Nacimiento del Niño Jesús.
Hoy quiero festejar con ustedes la llegada a Belén del Hijo de María y José. Y lo hago cosiendo citas y pinturas que recrean pasajes de las Escrituras. Las pinturas, como podrás apreciar, muestran un abanico amplio de estilos; pues es mi intención que el arte exponga su riqueza de pensamiento, imagen, intención, ingenio… De ahí que encuentres composiciones mesuradas y composiciones abigarradas. De ahí que las ideas se vistan con colores vivos, fríos o sombríos. De ahí que encontremos representaciones de carácter místico y representaciones que parecen escenas extraídas de la vida cotidiana.
Y ahora les dejo con la historia de la Navidad contada a través del arte y de los testimonios de evangelistas y profetas que narraron pasajes del Nacimiento de Jesús.
Es Navidad. ¡Que la Luz bendiga tu casa!
¿CÓMO SUCEDIÓ?
La Natividad, Anónimo, óleo sobre tabla, siglo XVI.
ANUNCIACIÓN DEL ÁNGEL A MARÍA
«María dijo al Ángel:
-¿De qué modo será esto, pues no conozco varón?
El Ángel le contestó:
-El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por eso el Santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel que en su ancianidad ha concebido también un hijo y la que era llamada estéril hoy cuenta ya el sexto mes, porque para Dios no hay nada imposible.
Dijo María:
-He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según su palabra.»
(Lc. 1, 26-38)
La Anunciación, Fra Angelico, témpera sobre tabla de madera de chopo, 1425-1426.
ANUNCIACIÓN DEL ÁNGEL A JOSÉ
«He aquí que la Virgen dará a luz un hijo a quien llamarán EMMANUEL, que quiere decir: Dios con nosotros.
Al despertarse, hizo José lo que el Ángel del Señor le había mandado y recibió a su Esposa.»
(Mt. 1, 18-24)
El sueño de San José, Francisco de Herrera el Mozo, óleo sobre lienzo, h. 1662.
DESPOSORIO DE MARÍA Y JOSÉ
«¡Aquel Día, diréis:
¡Cantad a la Viña Hermosa!
Yo el Señor la mimo. Yo la riego para que no le falte hoja.
Yo la guardo día y noche sin cansarme.
¡Aquel Día, Jacob echará raíces,
Israel echará flores y retoños y se llenará la faz del mundo con su Fruto.»
(Is. 27, 2-6)
Los Desposorios de la Virgen, Anónimo, enconchado sobre tabla, siglo XVIII
LA VISITACIÓN: MARÍA PRESENTA A JOSÉ A SUS TÍOS ISABEL Y ZACARÍAS
«María dijo:
-Mi alma proclama la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su esclava.
Desde ahora me felicitaran todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí.
Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón.
Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes.
A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abraham y su descendencia por siempre.»
(Lc. 1, 39-55)
La Visitación, Francisco Rizi, óleo sobre lienzo, h. 1663.
NACIMIENTO DE SAN JUAN BAUTISTA
«Entretanto a Isabel le llegó el tiempo del parto y dio a luz un hijo.
Oyeron los parientes y vecinos la gran misericordia que el Señor le había mostrado y se congratulaban con ella.
El día octavo fueron a circuncidar al niño y querían ponerle Zacarías, como su padre. Pero su madre dijo:
-De ninguna manera, sino que ha de llamarse Juan.
Y le dijeron:
-No hay nadie de tu familia que así se llame.
Al mismo tiempo, preguntaban por señas a su padre como quería que se llamase. El pidió una tablilla y escribió: Juan es su nombre.»
(Lc. 1, 57-59)
El nacimiento de San Juan Bautista, Maestro de Miraflores, óleo, témpera sobre tabla, h. 1490-1500.
MARÍA Y JOSÉ LLEGAN A BELÉN
«En aquellos días se promulgó un edicto de César Augusto para que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento fue hecho cuando era gobernador de Siria, Quirino, y todos iban a inscribirse, cada uno a su ciudad.
José, como era de la casa y familia de David, subió desde Nazaret, ciudad de Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.»
(Lc. 2, 1-5)
José y María buscan posada en Belén, Abel Grimmer, óleo sobre tabla, 1611.
NACIMIENTO DEL MESÍAS Y ADORACIÓN DE LOS PASTORES
I
«¡Mirad!, la Virgen concebirá y dará a luz un Hijo y le pondrá por nombre EMMANUEL. Comerá mantequilla y miel hasta que aprenda a rechazar el mal y escoger el bien.»
(Is. 7, 14-15)
La Natividad, Maestro de Sopetrán, óleo sobre tabla, h. 1470.
II
«Sucedió que estando allí, le llegó a María la hora del parto, la cual, sin que él antes la conociese, dio a luz a su Hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en el mesón.»
(Lc. 2, 6-7) (Mt. 1, 2-5)
Adoración de los pastores, Bartolomé Esteban Murillo, óleo sobre lienzo, h. 1650.
III
«De pronto, apareció junto al Ángel, una muchedumbre de la milicia celestial, que alababa a Dios diciendo:
-¡Gloria a Dios en el cielo, y paz a los hombres de buena voluntad!
Luego que los ángeles se apartaron de ellos hacia el Cielo, los pastores se decían unos a otros:
-Vayamos hasta Belén y veamos este hecho que acaba de suceder y que el Señor ha querido manifestarnos.»
(Lc. 2, 8-15)
Adoración de los pastores, Fray Juan Bautista Maíno, óleo sobre lienzo, h. 1612-614.
IV
«Por eso, Dios le concedió un Nombre sobre todo nombre, de modo que al Nombre de Jesús toda rodilla se doble, en el Cielo y en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame:
¡Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre!»
(Flp. 2, 9-11)
Adoración de los pastores, Luis de Morales, óleo sobre tabla, 1565-1570.
V
La Natividad, Eugenio Cajés, óleo sobre lienzo, h. 1610.
«Un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado. Lleva a hombros el Imperio y se llama Ángel del Gran Consejo, Dios Guerrero, ¡Príncipe de la Paz!»
(Is. 9-6)
CIRCUNCISIÓN
«Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al Niño, le pusieron por Nombre Jesús, como lo había llamado el Ángel antes de su concepción.»
(Lc. 2, 2-21)
La circuncisión, Maestro de la Sisla, técnica mixta sobre tabla pasada a lienzo, h. 1500.
PRESENTACIÓN EN EL TEMPLO
I
«¡Miradlo entrar, miradlo entrar!
De pronto, entrará en el santuario el Señor. Aquel a quien vosotros buscáis.
El mensajero de la Nueva Alianza que vosotros deseáis. ¡Miradlo entrar!»
(Mal. 3-1)
La presentación en el Templo, Camillo Procaccini, óleo sobre lienzo, siglo XVII.
II
«Así que se cumplieron los días de la purificación conforme a la Ley de Moisés, le llevaron a Jerusalén para presentarle al Señor, según está escrito en la Ley del Señor que dice: Todo varón primogénito sea consagrado al Señor.
Y para ofrecer en sacrificio, según lo prescrito en la Ley del Señor, un par de tórtolas o pichones.»
(Lc. 2, 22-24)
La Purificación de la Virgen o Presentación de Jesús en el Templo, Alessandro Turchi, óleo sobre lienzo, 1631-1635.
LOS REYES MAGOS
I
«Sus orígenes son de muy Antiguo…, de Tiempo inmemorial.»
(Miq. 5-2)
Adoración de los Reyes, Tiziano, óleo sobre lienzo, siglo XVI.
II
«Entonces, Herodes llamando en secreto a los Magos los interrogó cuidadosamente sobre el tiempo de la aparición de la estrella y enviándolos a Belén les dijo:
-Id e informaros sobre ese Niño y cuando lo encontréis comunicádmelo para que yo también vaya a adorarlo.»
(Mt. 2, 7-8)
Adoración de los Reyes Magos, Francesco Bassano, óleo sobre lienzo, segunda mitad del XVI.
III
«Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la Paz, que trae la Buena Noticia, que pregona la Victoria, que dice a Sión: ¡Tu Dios es Rey!»
(Is. 52-7)
La Adoración de los Reyes, Pedro Pablo Rubens, óleo sobre lienzo, 1609.
IV
«Después de haber oído al rey se fueron y la estrella que habían visto en Oriente les precedía hasta que vino a pararse encima del lugar donde estaba el Niño.
Al ver la estrella sintieron grandísimo gozo y llegando a la casa vieron al Niño con María, su Madre. Y de rodilla lo adoraron.
Y abriendo sus cofres le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.»
(Mt. 2, 9-11)
Adoración de los Reyes Magos, Eugenio Cajés, óleo sobre lienzo, h. 1625.
EL SUEÑO DE SAN JOSÉ
«Advertidos los magos en sueños de no volver a Herodes, se fueron a su tierra por otro camino. Después que se marcharon, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
-Levántate, toma al Niño y a su Madre y huye a Egipto y estate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al Niño para matarlo.
Levantándose de noche, tomó al Niño y a su Madre y se retiró a Egipto, permaneciendo allí hasta la muerte de Herodes.»
(Mt. 2, 12-15)
El sueño de San José, Vicente López Portaña, óleo sobre lienzo, 1805.
LA HUIDA A EGIPTO
«Esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: De Egipto llamé a mi Hijo.»
(Mat. 2, 13-15)
La huida a Egipto, El Greco, óleo sobre tabla, h. 1570.
ENLACES RELACIONADOS
Villancicos, pintura y Navidad.
La nueva Navidad y El espíritu de la Navidad (Chesterton). Textos íntegros.
José Martí y la Navidad.
Rubén Darío y los Reyes Magos. Un poema y un cuento.
La entrada La Navidad, los evangelistas y profetas y los cuadros del Museo Nacional del Prado. se publicó primero en El Copo y la Rueca.