La Isla de Menorca es una constante sorpresa para el Visitante, no solo por sus espectaculares Calas vírgenes, sino por la gran cantidad de Yacimientos, Necrópolis, Navetas, Talaiots, Dólmenes, Taulas prehistóricas repartidas por toda la Isla, y que se han conservado en gran parte por la reutilización de los mismos como refugios para el Ganado, almacenes de aperos de labranzas etc… Por ello la Isla es una visita obligada para todos aquellos amigos de la Arqueología, y de las mágicas construcciones de los primitivos pobladores de la Isla que tan fantásticos lugares nos dejaron por toda Menorca y los cuales abordaremos en futuros Post.
Hoy abordaremos la impresionante Necrópolis de Cala Morell.
¿Como llegar?
Cala Morell, en la costa norte, forma parte de la urbanización del mismo nombre. Sus reducidas dimensiones, de unos ochenta metros de longitud y unos cincuenta de anchura, le otorgan un gran encanto. Se nos aparece rodeada de terrazas para bañistas y de acantilados coronados por casas de un blanco inmaculado. Su paisaje, formado por piedras de espectaculares formas y de muy diferentes colores, documenta perfectamente la evolución geológica de la isla, pero en este caso la Cala queda eclipsada por unas construcciones situadas en su parte superior.
La Necropolis de Cala Morell se encuentra en la Costa norte de Menorca, a 9 kilómetros de Ciudadela. Desde Ciudadela, saliendo por la ronda norte cogemos la carretera de Cala Morell, que esta debidamente indicada Llegamos a la necrópolis por carretera, a unos 6 kilómetros veremos un par de cuevas, más bien grandes y con columnas interiores, a nuestra izquierda. Prácticamente enfrente de ellas hay un ensanchamiento de la carretera, apropiado para dejar el vehículo., todo ello se encuentra perfectamente indicado con señales.
La visita también puede hacerse en bicicleta pero hay que tener en cuenta que la carretera llanea en ascenso, y el viento es bastante fuerte, bajar a la cala puede ser muy agradable pero las fuertes pendientes de regreso pueden resultar dificultosas si no se tiene un buen nivel físico.
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Coordenadas geográficas: 3º 53′ 01,5″ Este – 40º 03′ 03,9″ Norte
Coordenadas U.T.M.: Huso 31 X: 575384 Y: 4433877
La Necrópolis
Cala Morell es una de las necrópolis de hipogeos más espectaculares de Menorca, formada por un conjunto de catorce cuevas excavadas artificialmente en un acantilado. Excavados su interior y alrededores entre 1989 y 1993, no es la más grande, pues Cales Coves tiene muchas más cuevas, pero se conserva en buen estado, es muy accesible y nos presenta hipogeos de dos épocas: de la Edad de Bronce antigua (pretalayóticos) y de la Edad del Hierro (talayótico medio y tardío). Lamentablemente, algunas de las cuevas se perdieron en tiempos recientes por la construcción de la carretera de acceso a la cala. La mayoría de las cuevas se han conocido desde siempre ya expoliadas, por lo que su datación se hace estudiando su estilo constructivo, y es poco precisa. Pero hay dos de las cuevas, más al interior del torrente principal, que dieron algunos restos pretalayóticos, lo que nos muestra (además de sus entradas de menor tamaño) una larguísima perduración del concepto funerario de los hipogeos excavados en barrancos.
Llegando a la necrópolis, vemos dos cuevas grandes y con columnas interiores, a nuestra izquierda. Después de visitar estas cuevas, es una buena idea subir por una escalera , porque nos proporcionará una vista de conjunto de la parte más importante de la necrópolis. Casi todas las cuevas están en el lado de enfrente, y llama especialmente la atención una de ellas porque su fachada está flanqueada por unas columnas de estilo clásico, que soportan una repisa también esculpida en la misma roca. Se trata de una muestra de la influencia de las culturas clásicas en los siglos finales de la cultura talayótica.
Las distintas cuevas tienen una serie de características arquitectónicas interesantes que van desde columnas interiores, algunas con capitel (que recuerda a una taula), ventanas, ábsides, un tragaluz, tarimas a distinto nivel del suelo de la entrada, etc. Dos de las cuevas tienen una especie de “patio” frontal y, sobresaliendo entre todas, está la cueva del portal labrado.
Aspecto de los “Tragaluces”.
Entre las distintas cuevas nos encontramos unos abrevaderos tallados en la roca, que no deben confundirnos, pues son más modernos que la necrópolis.
Abrevaderos tallados en la Roca.
Son muchos entrantes en forma ovalada vertical tallados en la pared. Se trata de las “Capades de Moro” (cabezazos de moro) que sí que se encuentran también en otros lugares de la isla. A su evidente carácter ritual sólo se puede añadir la utilidad de que podrían haber acogido pequeñas ofrendas o antorchas.
Restos de “Capades de Moros” en las paredes.
Los materiales encontrados en las cuevas indican que el cementerio estuvo en funcionamiento desde la época pretalayótica hasta el siglo II dC.
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