sale por ella toda la mierda que llevo dentro.
Me agita tanto como mi infancia al despertarme
para ir un instante más al colegio.
El invierno me ha enseñado a guardar las lecciones
para el invierno, para las noches de trueno,
en las que quema el bolígrafo hasta quedar seco.
Y peleo y batallo sobre un corcel contra los recuerdos.
Los vomito. Soy un bulímico de sueños.
Así es como el insomnio me observa desde el espejo
y la sombre me aprieta contra su pecho...
Así es como expulso mis desiertos
y recibo a cambio ademanes inciertos de creer,
durante un segundo,
que probablemente el tacto de tus besos no provenía del cielo,
que ahora mismo soy algo más que una nube extraviada
lloviendo, llorando, escribiendo,
echándote de menos.
Poema de Francisco Fernández, extraído de su libro Lo supe en cuanto te vi.
Feliz 23 cumpleaños, artista.