Magazine

La odisea de las palabras comodín

Publicado el 06 febrero 2013 por Ismaelpardo @ismael_pardo
Creo que mi gusto por las letras está de manifiesto en todo lo que hecho en mi vida. No solo he elegido Traducción e Interpretación como la vía para dedicarme de lleno a los idiomas, sino que también he estudiado las lenguas clásicas, he leído muchísimo, he escrito en un montón de blogs (todos cerrados ya, por cierto) y, evidentemente, también cuento mis historias en este diario. Supongo que mi pasión por las letras y por el buen hablar y el buen escribir, ya que estamos, me han hecho pensar que tenemos en nuestro repertorio léxico unas cuantas palabras que usamos como comodín cuando la cosa se pone fea.
Para quienes no lo sepan, las palabras comodín (o palabras baúl, como las llaman muchos) son aquellas palabras que indican algo muy genérico, que tienen un significado general y vacío, y que, por lo tanto, pueden caber casi en cualquier situación.
Me puse a pensar en ellas cuando estuve repasando el primer capítulo de la novela que estoy escribiendo, Recuerdos de una vida antártica, en la que llevo trabajando más de seis meses. Me di cuenta de que las palabras baúl siempre acababan saliendo, aunque intentaba evitarlas. Era rara la página en la que no me encontrara frases en las que apareciera dijo, esto, cosa
El uso de estas palabras, como he dicho, puede caber en cualquier situación, como cuando vamos a comprar algo relacionado con el bricolaje o la informática, que no es un tema del que todos sepamos demasiado, por poner un ejemplo. Frases como «Necesito una cosa que va con algo así» son ya típicas en estos establecimientos. Aunque parezca mentira (al menos, a mí me parecía impensable), también ocurre en la traducción, un campo en el que dudaba que ocurriera el caso de las palabras baúl.
No es rara la vez que he visto traducido he said como «dijo» o, peor aún, «él dijo» por regla general. Aunque, en realidad, no está mal traducido, hay que recordar que la traducción no es el traslado de palabras, sino de mensajes, de sentidos. Habrá ciertos contextos en los que el he said no corresponda a «(él) dijo», sino que habrá que usar otros verbos que describan mejor la acción del personaje (si está calmado, si está enfadado o si está tartamudeando) o complementar el verbo con otras acciones.
Hay muchas maneras de evitar las palabras baúl, como en el caso que os acabo de poner, el del verbo decir. Os vuelvo a poner el ejemplo de mi novela, en la que siempre tendía a usar el dijo cuando un personaje hablaba, cuando bien podría haber usado exclamó, explicó, bramó, gritó, susurró... o haber añadido un modificador, como dijo entre susurros.
Otro de los usos de estas palabras más comunes, y que también veo mucho en traducciones, es la palabra algo o la palabra cosa. Me sentía un poco como aquellos que van a la tienda de informática, que dicen mucho pero que, al final, no dicen nada. Podría haber evitado la palabra algo diciendo qué era a lo que me estaba refiriendo, como en «Ese local tenía algo diferente», donde me podría haber esforzado en decir qué era lo que tenía diferente: las paredes, el ambiente, el café, la decoración…
Un caso parecido es el de la palabra cosa, que engloba tanto —bien puede ser un lápiz, una mesa, un coche…— que a veces nos cuesta saber qué es lo que tenemos que designar. Parece que ya no conocemos las palabras virtud, estatua, o trabajo, por ejemplo, cuando decimos «La sinceridad es una cosa poco común», «Nunca había visto una cosa tan bien esculpida» o «Tengo muchas cosas que hacer», respectivamente.
El uso de otras palabras comodín, como los pronombres esto/eso, tiene influencia anglosajona —en mi opinión— en frases como «Hablas un inglés perfecto. Eso está muy bien», traducción directa del «You speak perfect English. That’s pretty good». Creo que quedaría más natural decir «Está muy bien que hables inglés tan perfecto» o incluso, si queremos guardar el orden de la frase, «Hablas un inglés perfecto, lo cual está muy bien».
También me gustaría destacar el verbo hacer como palabra baúl, ya que últimamente parece que se usa para todo: hice una traducción, hice el trayecto en media hora, hice un discurso… En estos casos, es mejor recordar que el verbo hacer se debe dejar para acciones manuales, como una silla, un dibujo o el desayuno. Sin embargo, para los casos arriba expuestos, es mejor usar «traduje (un texto)», «recorrí el trayecto en media hora» o «escribí un discurso».
Bajo mi punto de vista, estas palabras denotan pobreza de vocabulario y he de decir que descubrir las palabras comodín me ha ayudado mucho a mejorar mi escritura y a ser más preciso a la hora de (d)escribir. Espero que, al final, tanto mi novela como mi pequeño diario mejoren cada día con estos pequeños trucos.

Volver a la Portada de Logo Paperblog