Me casaré, tendré una casa soberbia y, naturalmente, dispondré de excelente cocinero para que me prepare los platos más deliciosos, y si un día no me hace bien la comida, le daré una bofetada”. Al pensar en propinarle una bofetada al cocinero, Ashok, automáticamente, levantó la mano, provocando así la caída de la olla, que se hizo mil pedazos contra el suelo derramando su contenido. Desolado, volvió al pueblo y se enfrentó al patrón, que exclamó:
- ¡Necio! ¡Me has hecho perder las ganancias de toda una semana!
Y Ashok replicó:
- ¡Y yo he perdido mis ganancias de toda la vida!
* El Maestro dice: El futuro es un espejismo. Éste es tu momento, tu instante. En lugar de fantasear con la mente, pon las condiciones para que la semilla pueda germinar.
Tomado de “Cuentos Clásicos de la India” recopilados por Ramiro Calle