La oscuridad de la luz

Publicado el 02 julio 2011 por Ninocactus

Sebastián contaba soles; cada mañana uno nuevo, diferente al anterior. No sabía muy bien dónde iban a parar pero pensaba que si un día se juntasen todas aquellas bolas de fuego, el mundo sería de luz, y no se podría ver otra cosa. Entonces, un fogonazo blanco lo llenaría todo. No habría nada más.

A Sebastián le asustaba pensar en semejante resplandor, y cuando el miedo se hizo tan enorme que no le cabía dentro, comenzó a provocar oscuridad. La negrura brotó de sus ojos tiñendo palabras y escuchas. Finalmente, lo cubrió todo, hasta el amanecer. Y ya no hubo luz que alumbrase.

Una tarde encontró la libreta donde apuntaba sus soles al fondo de un cajón. Cada palito comenzó a brillar coloreando de nuevo su pequeño rincón del mundo. Así descubrió que había tenido miedo del miedo. Y no dejó que éste volviese a atemorizarlo nunca más.

NiñoCactus