Seguramente, papá nunca llegue a comprender y mamá culpe a "esa tal Pili", pero ella necesitaba reverdecer para dejarse caer de espaldas sobre el arcoíris.
Sus negras pupilas, largo tiempo dilatadas, se irisaron aliviadas cuando decidió presentársela a sus padres, aunque éstos pasaran del blanco sorpresa al rojo vergüenza intensa.
Seguramente, papá nunca llegue a comprender y mamá culpe a "esa tal Pili", pero ella necesitaba reverdecer para dejarse caer de espaldas sobre el arcoíris.
Seguramente, papá nunca llegue a comprender y mamá culpe a "esa tal Pili", pero ella necesitaba reverdecer para dejarse caer de espaldas sobre el arcoíris.