Revista Talentos
La parte por el todo
Publicado el 31 octubre 2015 por Pablogiordano
Schnagel, el protagonista que olvidó su nombre de pila, recién abandonado por su mujer, acongojado por la certeza de haber podido retenerla, dará un giro en su oficio de tatuador de líneas de manos. Sus pacientes, personas que quieren cambiar su destino, acuden como todos los días a él para que opere a través de la máquina y la tinta, les dibuje otra vida; pero el día después del abandono, obsesionado con poder recuperar a Marita, deja que su humor interfiera en su trabajo con consecuencias que afectarán a toda la población: una enorme revuelta social callejera inexplicable, la supuesta guerra civil, que el autor no logra transmitirnos en su magnitud y apenas si veremos algunas hordas patrullando. El efecto mariposa y otras ideas cliché se darán cita partiendo de un mundo donde el devenir de cada ser está escrito en su palma y por ende puede leerse y modificarse. La novela es un puñado de alegorías basadas en la metonimia. Es una novela sobre el destino y el amor, una novela más que no agrega ni un matiz a la cuestión. Jeanmaire, Premio Clarín de Novela, ha sido bien recibido con La Guerra Civil. Incluso algunos críticos la consideran su mejor novela. Lejos de eso, se puede definir como un casi thriller, con pasaje final de aventura, climas apocalípticos, confusión, sofismas pueriles y prosa apenas decente. No es menor el dato autobiográfico, Federico Jeanmaire se dedicó a estas seudociencias durante su vida en Europa: fue lector de manos y grafólogo, y si bien reconoce el carácter fútil de estas creencias paradójicamente prefiere posicionarse en la duda. El aislamiento, la soledad, la hostilidad cotidiana en las calles, pueden, para Jeanmaire, desatar una guerra civil. Algunas anotaciones interesantes son la concepción del miedo como inicio de cualquier escalada de violencia, de amor, de vuelco vital; el hecho de corregir las vidas y no de reescribirlas, sino tornear algo que está dado; y la exposición del poder de una pobre comunicación que desmorona a la sociedad y los individuos. Las cada vez más crecientes respuestas violentas y supersticiosas de los ciudadanos son bien expresadas y salvan a una novela que en las primeras cincuenta páginas, contiene no menos de cinco groseros errores de lógica, sintaxis y edición.