- "A ver cómo subimos."Diego cae duro. Los acordes estridentes del rave parecen estallar en su cabeza y en su pecho. Sus ojos quedan en blanco y su cuerpo, azulado, convulsiona. Su chica lo patea brutalmente, intentando despertarlo, ignorando que esta imagen ruidosa y desprolija de su muerte la acompañará - despierta y dormida - por el resto de su vida. En la ruleta rusa de la promiscua repartija de pastillas, a Diego le tocó la que en la puerta del baño ella le acababa de comprar como la pastilla de Superman.Basado en hechos reales.Este micro participa en el Concurso de Microcuentos "Microsterror V"de El Círculo de Escritores
A boca de jarro