Entre idas y venidas, como el mar que lo invade todo en la novela, por fin he terminado La pequeña Eve, de Catriona Ward. A veces la vida no nos permite leer de seguido y con esta historia me ha sucedido así, aunque no por ello sus personajes y paisajes me han abandonado entremedio. Si bien es cierto que La casa al final de Needless Street me fascinó por sus juegos y entresijos, por la gata y el niño que se ocultaba en el monstruo, con La pequeña Eve la autora nos sumerge en un océano de claroscuros difícil de habitar y del que escapar, donde es el monstruo el que se oculta tras la máscara inocente.Tanto si os gusta el terror como el thriller, disfrutaréis con las obras de Ward.