Como es normal, las ceramidas que produce nuestra piel pierden un poco su calidad por diversos factores (internos y externos). Es por ello que se requiere una ayuda extra y ahí entran a tallar las Ceramidas tipo II, las cuales son elaboradas en laboratorio y tienen la función de llenar esos espacios dejados por los lípidos uniendo así las células (cohesión celular) y evitando la pérdida de agua (hidroregulación cutánea).
Una piel suave y tersa depende mucho de estar bien hidratada. Prueba de ello es que al estar en un clima seco la piel pierde agua y tiende a volverse seca, áspera y apagada. Cuando está en clima húmedo está más suave, con mayor luz (dependiendo del tipo de piel muchas veces se vuelve un poco más grasa). De ahí que al usar una crema que tenga ceramidas puedes conseguir una piel más firme, suave y luminosa sin mencionar que además las ceramidas son muy efectivas para evitar los daños que producen en la piel las temperaturas bajas o los intensos rayos solares (temperaturas altas). Y es ese el motivo principal de porque la uso. Porque yo trabajo de Lunes a Viernes en la sierra de Lima a 4,200 msnm con temperaturas que pueden variar de 12 a -01 grado centígrado. Cuando sale el sol en todo su esplendor la temperatura puede llegar a 15 grados, pero el sol da directo y con mayor intensidad y esta crema ha funcionado de forma perfecta para ayudarme con el inclemente clima. La usé con la prueba del producto Dermawand porque leí que las ceramidas en gel es un excelente coadyuvante cuando el paciente se somete a sesiones de bronceado sin sol o radiofrecuencia.