Curiosamente uno de los hitos de esa revolución, en el arranque de la expansión de la clase media, fue Ford, el fabricante de coches. Curiosamente el automóvil ha sido protagonista principal del desarrollo económico, humano y demográfico del siglo XX. También ha sido la principal fuente de problemas para esas ciudades que acogen más y más clase media. Desde mediados del siglo pasado, el coche comenzó a apoderarse de las ciudades; el urbanismo, el diseño de la ciudad comenzó a girar en torno al coche. Cada vez que se modificaba una plaza, una avenida o cualquier calle, se hacía pensando en el tráfico: más anchuras, más carriles, más rotondas, más aparcamientos... Aumentaban los atascos, la contaminación... Y se hacía otro carril, otra rotonda, otro aparcamiento. Y otro carril que se llenaba, otra rotonda que se atascaba y más coches dando vueltas y más vueltas en busca de aparcamiento. Nunca se solucionó el problema del tráfico porque lo que se hacía era estimular el uso del coche privado. La contaminación en las grandes (y no tan grandes) ciudades ha pasado a ser un problema de salud acuciante.
Hace unos días el ayuntamiento de Tomelloso adjudicó el proyecto de remodelación de la Plaza de España. Se ha hecho sobre un diseño preliminar y se ha publicado una imagen que da una ligerísima idea (aún esta en pañales) de cómo podría quedar tras la reforma. La idea es una plaza peatonal, o semipeatonal —dejarán un carril de los que hablaba más arriba, de los que te hacen arrepentirte de haber cogido el coche—. En su día el ayuntamiento buscó el debate y la participación ciudadana: dieron charlas en los centros de barrio; hicieron un folleto con un formulario en donde reflejar las inquietudes y opiniones y pusieron un buzón en la fachada del ayuntamiento para depositarlo; y habilitaron una web que recogía una amplía encuesta para poder dar tu opinión sobre el tema. No tengo datos, pero creo que la participación fue escasa.
Con la publicación de la imagen de la Plaza peatonal en la redes sociales, se ha despertado el debate. Y, como siempre en las redes, encontramos de todo: hay quien se acaba de enterar y gente muy bien informada; quien piensa que va a tener que dejar el coche en las afueras y quien está encantado con la idea de una plaza sin coches. También abunda quien insiste en que mejor que arreglen los baches de su calle en lugar de gastar el dinero en tonterías. Hablar sin pensar o sin informarse primero es el deporte rey en las redes sociales.
Me temo que habrá que acostumbrarse a perder un minuto más (o ganarlo, según se mire) y evitar la Plaza en nuestros desplazamientos.
Caminar es muy sano, y siempre nos quedará el bus o el taxi, que nos podrán seguir dejando en la misma Plaza, con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero.