Estoy practicando mucho hacer elecciones. B demanda toda mi atención, y trabajo mientras duerme, así que no hay espacio para lo que no sea atenderle o trabajar. Sin embargo, la vida sigue con todo lo que no es bebé ni trabajo, así que hago que quepa lo que no tiene espacio; por ejemplo, esta entrada. Para eso, elijo todo el tiempo:
¿lavarme la cara o peinarme? ¿barrer o prepararme una bebida? ¿perseguir a la mosca o poner en orden lo que hay sobre el buró?
Esta práctica mejora la habilidad para establecer prioridades.
Silvia Parque