La precinto y te patento. Quiero tu boca ardiente para vivir en tu júbilo y agonía relucir como la Musa lucia, que me mires... picaramente.
Beber el agua, fresca de tu fuente que se empache, mi vena vacía disfrutes de mi copleria, ¡te cante y te cante... alocadamente!.
Nuestra unión es miscible combina bien, y bien se vierte, la precinto y te patento,
para que en el tiempo sea inconfundible
aún, depués de la muerte
sin promesa ni juramento.