La información del ‘corazón’ no es sólo exclusiva de las revistas de papel cuché ni de los irreverentes programas de televisión que todos tenemos en mente. La prensa, autodenominada ‘seria’, se resiste a obviar temas que, al fin y al cabo, se traducen en visitas y, por ende, en ingresos (lo de la ética, el código deontológico y tal, eso es harina de otro costal).
Tras la que se armó con el beso entre el portero de la selección española, Íker Casillas, y la periodista Sara Carbonero en directo, ahora todos los periódicos se han lanzado a informar sobre un asunto de especial relevancia e interés: la cena de la pareja en la casa de Eva Longoria, un personaje popular entre los ricos de Estados Unidos. El grueso de los diarios ha decidido, dejando al margen todo, dar a conocer este importantísimo acontecimiento (mira aquí, aquí, aquí o aquí).
Sin embargo, ha sido El Mundo quien ha dado ese pasito que traspasa la frontera entre lo poco ético y la basura informativa. Firmada por una presunta periodista, la ‘información’ (si es que se puede llamar así) titulada '¿A Sara Carbonero le sientan mal las vacaciones?' relata el acto social aunque lo adereza con valoraciones cuanto menos superficiales sobre el aspecto de la compañera de profesión. “¿Se han fijado cómo ha salido nuestra Sara de España? ¡Si parece que estaban jugando a la familia ‘Monster’ y no le ha dado tiempo a quitarse el maquillaje!”… “Ni la intensidad de tu pasión por Íker, ni el cambio horario es excusa para que en plenas vacaciones tengas esa ‘carilla de acelga’”. Viniendo de una mujer, estos comentarios con un asqueroso tono machista son aún más sangrantes. Y viniendo de un diario que, supuestamente, forma parte de los ‘serios’ y no del amarillismo hace pensar en la degradación absoluta de los contenidos.
¿Hasta dónde llegaremos? ¿Hay algún límite en esta absurda y dañina carrera del ‘marujeo’?