La primera borrachera, algo que da miedo pero llega

Muchos blogs nos cuentan sus experiencias con sus niños pequeños, sus experiencias de lactancia, con las rabietas...., yo eso en casa casi casi lo tengo olvidado y mirándolo desde lejos ahora pienso benditos problemas de bebé e infancia.
Y es que si esos niños dulces y manejables que corren por nuestra casa, más tarde o más temprano entran en la llamada adolescencia.
La adolescencia es esta etapa de la vida que muchos temen que lleguen sus hijos, pero no es para tanto os lo aseguro, como todas las cosas en la vida hay que saber llevarla, y encontrarle su punto que os aseguro que lo tiene.
Para mi la adolescencia es una de las etapas más importantes de la vida, un momento de transición de niños a mayores, a mi me sirve mucho ponerme en su lugar y recordar que yo no fuí una adolescente fácil, era contestona, todo lo ponía en duda, rebelde y sobretodo tenía muchas ganas de libertad.
Esta claro que los tiempos han cambiado pero yo creo que no lo han hecho tanto. Ha cambiado nuestra manera de mirar porque ahora lo hacemos desde el punto de vista de padres que buscan que sus hijos se equivoquen lo menos posible. A veces tienen que equivocarse para poder aprender de las cosas.

Hoy quiero hablaros de el alcohol y la adolescencia, eso que sólo pensarlo se te ponen los pelos como escarpias ¿verdad?, como padres nos encantaría que esa primer borrachera no apareciera nunca o que por lo menos lo hiciera lo más tarde posible, pero lamentablemente nuestros jóvenes comienzan a beber bastante pronto, aunque yo recuerdo que en mi época de 14 años yo tenía compañeras que bebían, yo empecé más tarde porque la verdad no me llamaba la atención como sabía el alcohol.
Quizá por la zona en la que vivo yo un pueblo del Noroeste de Madrid en el que los chicos no cuentan con ningún lugar de ocio concreto, bueno miento con las actividades que organiza la Casa de la Juventud del Ayuntamiento, pero tengo que deciros que a ellos esas actividades no les parecen demasiado atractivas. Entonces su única posibilidad es dar vueltas por la calle, quedarse en un parque hablando, ir a una urbanización o a otra, en definitiva la calle como única opción de ocio.
Para mi el estar en la calle tiene muchos problemas, el primero que las opciones son pocas y que se cansan de hablar y comer pipas, al final se juntan muchas circunstancias que les llevan a probar el alcohol por primera vez, y os preguntaréis ¿Dónde lo compran si son menores? pues os aseguro que donde yo vivo es bastante sencillo que en cualquiera de los establecimientos regentados por chinos les venden alcohol sin ningún problema, les resulta sencillo conseguir tanto alcohol como tabaco. Aunque los padres hemos protestado ante el Ayuntamiento es complicado controlarlo os lo aseguro.
Bueno vamos al grano a casa hace unas semanas mi hijo de 14 años y que siempre había negado y jurado que nunca iba a beber porque era asqueroso, llego un poco contentillo, no demasiado borracho pero si era evidente que había bebido, ese día no nos pareció el momento más idóneo para regañarle, comprobamos que todo estaba bien, y al día siguiente hablamos con él, explicándole las consecuencias que el alcohol tenía en su cuerpo, y por supuesto diciéndole que no íbamos a tolerar que llegará a casa como lo había hecho el día anterior.
Los chicos/as ahora creo que beben de una manera bastante más compulsiva a como lo hacíamos nosotros, tienen pocas horas y en ese tiempo tienen que ingerir la mayor cantidad de alcohol posible, ya que beben por el hecho de beber, la diversión es a ver quien bebe más o quien se pilla la borrachera antes, para mi esta manera de beber me parece peligrosa ya que pueden llegar a hacer cosas que muchos no harían estando sobrios, y además de las consecuencias nocivas para su salud puede traerles otras consecuencias más graves.
Si tenéis hijos en estas edades sobretodo a partir de los 14 años por favor estar muy atentos a este tema.
La respuesta a la pregunta ¿porqué has bebido? fue la que yo sinceramente me esperaba, y fue un porque todos y todas bebían y sino parecía un pringado, en ese momento yo le conté que el hecho de no hacer lo mismo que los demás no te convierte e un pringado sino en todo lo contrario te convierte en alguien diferente que no hace las cosas porque los demás las hacen, sino que alguien que decide por voluntad propia y que eso demuestra que esa persona tiene mucha personalidad, esto es complicado en la adolescencia, pero la verdad es que la charla por ahora ha servido ya que el alcohol no ha vuelto a hacer acto de presencia en casa, y esperamos que la cosa siga así.
A través de estas entradas de madre de adolescentes os quiero contar mi experiencia como madre de dos adolescentes chico y chica, la diferencia en los comportamientos de cada uno de los dos y como vamos capeando en casa los problemas que cada uno de ellos nos van planteando.
En casa no practicamos mucho lo del tira y afloja de la cuerda es decir todas las cosas se hablan antes de que aparezca el problema y sobretodo en el momento que aparece el problema para poder poner freno a ese problema, el dialogo es algo fundamental, preguntarles mucho e interesarnos por las cosas que a ellos les gustan, apoyarles en todo aquello que les preocupa y en todo aquello que les gusta, hacerles saber que tienen una familia sobre la que apoyarse para nosotros en casa es fundamental.
¿Tienes adolescentes en casa? Pues quedate por aquí y compartiremos inquietudes y nos ayudaremos a ver las cosas desde otro punto de vista, la semana que viene vamos a hablar de los móviles.