Tras el crudo invierno siempre llega la primavera, con nuevos frutos y nuevos colores. Renace la vida, comienza un nuevo ciclo y la Tierra hace gala de su fuerza vital, borrando por completo cualquier huella de la estación anterior. Esto no sólo ocurre en la naturaleza, también ocurre en la vida de las personas, afortunadamente. Y aunque algunos inviernos son más largos o más duros, todos tienen los días contados, todos tienen un principio y un final. La economía mundial está pasando uno de sus peores inviernos, pero estoy segura que ya falta poco para que la primavera nos de su primera flor, la más deseada de todas las primaveras para muchos de nosotros.Yo ya sembré mi semilla de la esperanza y ojalá que muchos también lo hayan hecho, porque eso podría acelerar la llegada de la primera flor.
Mis mejores deseos para esta semana.-Maria Jesus-