La prueba del 14

Publicado el 05 marzo 2011 por Quique
Alaska, 5 de marzo de 2011,Este blog estará cerrado hasta el 14 de marzo. Me voy diez días a un apartamento  para acabar el texto de la nueva obra de teatro. Algo así como el remate final. La verdad es que nunca me ha interesado demasiado el método que utilizan mis escritores favoritos a la hora de escribir, osea que solo faltaría que les aburriera con el mio. Como decía la madre de un amigo mio: ¿pa qué?. Así que perdonen si me pongo metadiscursivo. Escribir es algo muy prosaico. Quizás la vida del borracho y putero Bukowski tenga su interés, pero el Bukowski genial es un hombre sentado delante de su máquina de escribir horas y horas.  Sobrio, estoy seguro, que a mí no me engañas cabrón. No hay tu tía.  Siempre ha sido así, no tiene muchos secretos. Con reporteros como Bruce Chatwin o Philip Gourevitch, uno en la Patagonia y otro en Ruanda, la cosa se anima, porque el método se confunde con el viaje. Puede parecer muy diferente, pero solo es porqué en ellos libros y vida son casi lo mismo. Pero todos los escritores son igual de glotones: se nutren y escriben. Ellos se zampan viajes como otros leen, o follan, o  aman, o beben,  o piensan, o ríen, o todas las cosas o casi ninguna. La escritura siempre es después de vivir. Por eso uno de los mejores, Gabo, llamó a su biografía como la llamó. Siempre después y siempre en la intimidad. Como Proust y Kapuscinski, grandes viajeros, uno encerrado en su habitación y el otro encerrado en el mundo. No sé que me da que Kapu era más feliz. Aunque, como decía Pla, eso no tiene la más mínima importancia. Pues escribir va por ahí. Me llevo un libro, un ordenador, ropa y poca cosa más.
PD: A la vuelta tengo muchas cosas que explicarles, entre otras un taller de teatro & arterapia para el cuidado del profesional que estrenamos el miércoles pasado. Nos vemos el 14, si ustedes quieren. http://factorialossanchez.blogspot.com