Lo deseable es que la novia llegue después del novio, con todos los invitados ya en el interior del templo o del juzgado, para que su entrada sea espectacular. Eso no debería de suponer más de 10 minutos de retraso con respecto al comienzo de la boda, 15 como muchísimo y estando ya en zona de descuento. Y este retraso, sólo será aceptable en el caso de que no haya más enlaces programados después del vuestro; si no, es mejor no arriesgarse, porque os podéis quedar compuestas y sin boda. En algunas iglesias y juzgados, el retraso no se consiente, porque eso redunda en un perjuicio para la siguiente boda. Por eso, os podéis encontrar con que, en el mejor de los casos, os dejarán para el final (imaginaos lo que pasará con el banquete), celebrando las ceremonias que estaban previstas. Y, aunque no os castiguen así, no debéis retrasar las siguientes bodas por vuestra falta de puntualidad, ¿a vosotras no os gustaría que os lo hiciesen, verdad?
Cómo evitar la falta de puntualidad
Organizando y definiendo cuidadosamente el programa del "Día B". Y cumpliéndolo a rajatabla. Si no os veis capaces de seguirlo vosotras, lo mejor es dejar esa responsabilidad en manos de otra persona: lo ideal sería una wedding planner, si no contáis con una, amigas o hermanas os ayudarán a conseguirlo.
Exigiendo a los implicados en el "Día B" que sean también puntuales: chófer, peluqueros, maquilladores, floristas, etc. Ese día no hay excusas, deben seguir el timing marcado, pase lo que pase; para eso han existido pruebas, conversaciones y directrices marcadas previamente.
En cuanto al fotógrafo, dejadle claro el horario en que podrá haceros las típicas fotos previas a la ceremonia. Ni un minuto más. Si es un buen profesional, será capaz de hacer unas fotos preciosas y emotivas en un tiempo prudencial. ¿Con quién queréis pasar más tiempo el día de vuestra boda, con el fotógrafo o con vuestro futuro marido... que os está esperando en la puerta de la iglesia o del juzgado?
Evitad los saludos de los invitados besucones que suelen esperar agazapados a la entrada del templo o del juzgado. Todos los invitados están deseando saludaros y deciros lo bonitas que estáis, pero eso puede esperar a después, vuestro chico os espera dentro... Para que no os suceda, lo mejor es que una wedding planner o alguna persona de vuestra confianza (o más de una si son muchos invitados), se encargue de dirigir a los invitados al interior del lugar de celebración. Es donde deben estar. Podéis aconsejar a vuestras amigas o hermanas ayudantes, que les digan que vosotras deseáis que os esperen dentro, para convencerles de despejaros la entrada; cuesta, pero funciona.
Y, algo importante, una novia nunca llega antes que el novio. Si es necesario, el chófer puede dar alguna vuelta a la manzana. Coordinando con la wedding planner o con vuestra persona de confianza, cuándo es el momento de hacer vuestra aparición. Sólo he estado en una boda en la que la novia llegó antes y la sensación que dio es que no quería que el novio se le escapase... algo que habría sido probable en ese caso :)
Si queréis sonreir y reflexionar un poco acerca de este tema, nos os perdáis:
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