En realidad es bastante simple. Una vez aprendido, es de enorme utilidad cuando se quiere jugar con la profundidad de campo o la velocidad de obturación.
Su definición técnica puede ser confusa, pero con un simple ejemplo todas las dudas se disipan: Imagínense fotografiando un sujeto determinado y la cámara al medir la exposición indica 1/60 de velocidad y f/16 de apertura. Suponiendo que estén haciendo fotografía de retrato, esa apertura no es la mas adecuada. Si quisiesen utilizar una apertura de f/2, pero manteniendo la exposición correcta que calculo la cámara, es aquí donde entra en juego la regla de reciprocidad. Esta regla, al ser inversamente proporcional, indica que obtendremos la misma exposición utilizando estos valores:
- f/11 - 1/125s
- f/8 - 1/250s
- f/5.6 - 1/500s
- f/4 - 1/1000s
- f/2.8 - 1/2000s
- f/2 - 1/4000s
En el caso de Canon, una vez obtenida la exposición (apretando el botón disparador por la mitad), con la rueda de ajuste para un lado y para el otro hará variar los valores de apertura y velocidad, pero siempre manteniendo la misma exposición.
Como toda regla, esta también tiene su excepción.
Cuando se la utiliza con variaciones muy grandes, digamos de mas de 10 stops por ejemplo en exposiciones muy largas, esta regla empieza a fallar. Es el caso de exposiciones de 60 segundos de velocidad a f/2, la regla indica que es lo mismo que 1 hora a f/16.
En este caso el calculo es errado.
Con tan poco nivel del luz, la película es mucho menos sensible de lo que se esperaría. En el caso propuesto, la exposición correcta seria de 2 horas en vez de 1. Usualmente las películas vienen con una tabla de error, que indica por cuanto se debe corregir la exposición para que sea la correcta.