En Torroella de Montgrí, en el castillo que mandó construir el Conde de Barcelona para vigilar al Conde de Empuries, encontré a su dueña durmiendo bajo el sol. Normal, es un castillo que se dejó a medio construir sólo con las fachadas levantadas, sin habitaciones, pues los hijos de ambos condes se casaron y la vigilancia entre unos y otros ya no se hizo necesaria. No hagan ruido, que la despiertan.