“Pero el último día de verano, nunca se sintió tan frío.” The last day of summer – The Cure.
Ayer. Último día del verano.
Por la tarde me encuentra “La resistencia”. Compré el libro a un vendedor ambulante y lo dejé sobre el mostrador sin leer. Al principio fue un libro más despojado de mis ojos o mi interés literario perdido. Pero, de un momento a otro me hallé abriéndolo en una página cualquiera, y dejando que Sábato oficiara de oráculo intermitente y extraño.
Hoy. Primer día del otoño.
Me encuentro usándolo para anotar un contacto. El número en cuestión, sin nombre de titular ni código de área, está dibujado en el índice, que se halla sobre el final de libro. Lo hice para no despojarme de éste, sabiendo de antemano que lo borraría de mi agenda telefónica pero que nunca arrancaría la hoja de un libro.
“No hay manera de alcanzar la eternidad que ahondando en el instante, ni otra forma de llegar a la universalidad que a través de la propia circunstancia: el hoy y aquí.” La resistencia, Ernesto Sábato. Pág 17.
El instante se sucede,
Se promete,
Se transforma en otra cosa;
Cosa ajena al tiempo
Cerca de la distancia.
Entrega, resistencia.
Resistencia, entrega.
Juego incesante y agotador.
El instante llega y se va.
Se aprovecha,
Se goza, se deja pasar.
Territorios familiares,
Sombras y fronteras
Reflejados en la humanidad del otro.
Miedo contra miedo.
La libertad es una piedra preciosa,
Anclada en el pecho.
Las bestias se miran y se reconocen
Se acercan y se alejan
Se sospechan y se desconocen.
Temen la eternidad
Del sol y la luna.
Patricia Lohin