- "Mama, yo cuando sea mayor quiero que todos mis hijos tengan síndrome de down, porque son muy buenos y ademas no gritan".
Estas palabras me las decía ayer Raquel, hermana de Teresa y la misma que hace unos días me comentaba que su Angel de la Guarda la pegaba.
Si, como lo cuento. Ella nota que de vez en cuando la dan palmaditas en el hombro. Sobre todo cuando esta trabajando en el cole.
Perpleja, como no se puede estar de otra manera, la explique que lo que hacía seguramente era llamarla la atención, porque observaba que a lo mejor no se esforzaba lo suficiente.
Con la inocencia que conlleva la sabiduría infantil, me expresa con toda naturalidad que su mejor amiga tiene ahora síndrome de down, porque al igual que Teresa tarda un poquito mas en pensar.
Al explicarla que el SD es de nacimiento, reflexiona y muy seria me dice la frase con la que comienza esta entrada. Lo mas gracioso es que Teresa grita mucho.
¿Que hacer? ¿ Como explicarla que aunque no es malo tener un cromosoma de mas, este lo complica todo a veces?. ¿Como hacerla entender que es maravilloso tener un hijo con trisomía 21, pero que mientras que nosotros lo percibimos como algo totalmente asumible, muchas personas opinan que es una carga difícil de soportar?.
Mi respuesta fue que lo genial es ser mama, da igual si se es tan lista como ella o se tarda un poquito mas en pensar, como a veces la ocurre a la protagonista de este diario.
Hace unos días ha venido a Madrid Carmen, hermana mayor de Teresa y que sigue residiendo en Soria. Volvimos a celebrar muchos cumpleaños juntos y esta preciosa jovencita soplo sus 21 velas rodeada de toda su familia. También Raquel celebro una vez mas sus 7 primeros años. Nació un día tan dulce como el de San Valentín.