La razón de mi alivio es, supongo, muy entendible. La idea que tenía de revolución en 2006 era la de la revolución mexicana, también desde luego, la cubana y la bolchevique. Especialmente, pensaba en aquellos que, siguiendo estos tres modelos durante la llamada guerra sucia de los años setenta y ochenta, encontraron la muerte y la tortura. Muerte, tortura y derrota. No sonaba bien la idea de la revolución.
#yosoy132
Por supuesto que Gene Sharp ("De la dictadura a la democracia") nos ha mostrado una forma diferente de hacer la revolución. Un modo de terciopelo, de alfombra de flores, en nuestro caso. La revolución organizada por internet, llevada a las calles en movilizaciones y mostrada iconográficamente en todas partes, es el modelo de revolución en el que no pensaba López Obrador durante ese discurso de 2006, ni yo tampoco. Vaya que la vida te da sorpresas.Una florecita a las fuerzas del orden, lo que sigue es la revolución de cempasúchitl.luisricardo.com