Alguien dijo que se expulsa a mucha gente del sistema y luego se pretende que respeten la ley de ese sistema que los desprecia. No suena razonable.
Clyde Barrow llegó a la adolescencia viviendo en una pobreza extrema, en la que cualquier proyecto que se planteara era inalcanzable. Era la Gran Depresión.
Entonces encontró un oficio para el que era extraordinariamente bueno. Poco tiempo después conoció a Bonnie Parker, su par. Se enamoraron. Bonnie tenía la tendencia, la potencia y la audacia necesarias para compartir el viaje.
No hacían robos espectaculares ni eran asesinos. No querían matar, mataban cuando la policía cumpliendo con su trabajo les disparaba.
Le regalaban dinero a familiares y amigos.
Clyde era inteligente y tenía buena percepción para detectar el peligro. Sólo pudieron atraparlos cuando los entregó un miembro del grupo, su padre les tendió una emboscada. Era Pascua, se arriesgaron a ir a una zona vigilada porque Bonnie quería visitar a su madre.
La policía les disparó como si estuvieran enfrentando a seres sobrenaturales. Bonnie tenía 23 años, Clyde 24. Era el 23 de mayo de 1934.
Hay gran cantidad de fotos de ellos porque en una fuga apresurada dejaron fotos y rollos sin revelar de unas vacaciones que se habían tomado.
Una vez secuestraron a un comisario y luego lo dejaron en algún camino perdido; le dieron agua, unos dólares y Bonnie le pidió que le dijera a la prensa que ella no fumaba habanos, que había fingido que lo hacía para la foto. El comisario cumplió y lo hizo público.
Fuente: Criminales por naturaleza - Bonnie & Clyde | Discovery Civilization. Natural Born Outlaws
Detalles en Wikipedia
Habréis leído la historia de Jesse James,
de cómo vivió y de cómo murió.
Si aún os quedan ganas
de leer a estas horas
aquí tenéis la historia de Bonnie y Clyde.
Ahora Bonnie y Clyde forman la banda de los Barrow.
Estoy segura de que habréis leído
cómo atracan bancos, cómo saquean,
y a los que les da por protestar
suelen encontrarlos moribundos o muertos.
En estas crónicas abundan las mentiras,
no son tan despiadados como los pintan;
(...)
Si un policía muere asesinado en Dallas,
y no tienen ni indicios ni pistas,
si no pueden encontrar al malvado,
les basta con arreglar el fregado
Y a Bonnie y Clyde se lo endilgan.
(...)
La carretera estaba muy mal iluminada,
no había señales que les guiaran,
así que decidieron finalmente
que lo intentarían hasta la muerte,
aunque todas las vías estuvieran cerradas.
(...)
The Story of Bonnie and Clyde
by Bonnie Parker