Revista Literatura

La satisfacción como virtud

Publicado el 29 junio 2011 por Migueldeluis

En la lista satisfacción te propuse que confeccionaras una lista con todas las cosas que deseabas tener. No sólo las necesarias para la vida, ni siquiera las imprescindibles para una vida cómoda, sino todas las que realmente querías para alcanzar la satisfacción. La idea es poder saber, al fin, cuántas cosas realmente queremos para poder escapar del círculo vicioso del consumismo.

¿Aceptaste mi reto? Si no, quizás sea ahora un buen momento para esbozar esa lista, si quiera a grandes rasgos. Una vez la tengas quizás descubras lo mismo que yo.

La lista interminable

Cuando veo la tele

Y un hombre viene y me cuenta

Lo blancas que pueden ser mis camisas

Pero él no puede ser un hombre porque no fuma

Los mismos cigarrillos que yo

~ Satisfaction, Rolling Stones

Cuando me planteé confeccionar mi lista me pareció una idea estupenda. Sabiendo todo lo que necesitaba para ser feliz podría planificar mis necesidades económicas a largo plazo. Podría cuantificarlas de forma precisa y decidir hasta cuando me merecería la pena trabajar por dinero. Mi lista tenía un contenido verdaderamente práctico.

Pero ese camino, que parecía feliz y despejado al principio se reveló lleno de baches tras el primer recodo y pasando todos esos baches descubrí que volvía al principio.

recodos y baches

En realidad, si lo piensas, no sabemos muy bien que cosas materiales queremos a largo plazo. Pocos sabían que querían un ipad hasta que se los enseñaron. Sólo los espías necesitaban móviles en los ochenta, ¿pero recuerdas la felicidad de tu primer walkman?

Por otro lado nuestra vida cambia con el tiempo, desde necesidades –¿cuántos pañales consumes hoy?– hasta apetencias –¿jugamos a los soldaditos?– y es muy difícil prever lo que querremos dentro de una semana; ni hablemos dentro de diez años.

Es fácil darse cuenta de que es difícil concretar nuestros gustos actuales. Nuestra lista se alargará hasta que llegaremos al punto de pensar

…bueno, no sé que más incluir en mi lista, pero me parece que me falta algo…

El engaño

La satisfacción es una virtud a la que aspirar no un estado que podamos alcanzar ~ Dave Bruno

El problema está en que creemos que la vida que queremos puede comprarse. Que uno puede comprar la felicidad de sus hijos o su educación. Que es posible comprar la vida en la naturaleza o ser un escultor. Hemos llegado al punto en que creemos poder comprar un cuerpo esbelto y que ese cuerpo nos traerá la felicidad.

Pero el engaño aún es mayor. El error básico es creer que la satisfacción se puede alcanzar. Dave es cristiano, ejerce como tal y se nota, cuando afirma que la satisfacción es una virtud, no un estado que podamos alcanzar. Este es el giro copernicano del minimalismo, esto es todo el minimalismo y el resto comentario, es esto en lo que os debéis fijar.

La satisfacción es una virtud a practicar todos y cada uno de nuestros días. Tampoco se alcanza el “estado de carpintero”; uno es carpintero porque trabaja la carpintería. Reniego de que ser padre sea meramente concebir un hijo; uno es padre cuando hace de padre; uno es familia cuando se hace familia. Lo mismo la satisfacción, alcanzas la satisfacción cuando puedes rechazar una compra y sonreir.


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