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la silla roja
Publicado el 17 septiembre 2013 por MaslamaEsta noche he visto una película japonesa gótica
y decadente. Traspasó de tal modo los límites de toda
decadencia que yo antes hubiera visto,
que me transformé en un niño que al fin
aprende
que las sombras no siempre son amigas,
que las casas están poseídas,
que la gente a veces tiene ideas
hechas de piel de serpiente que se arrastran
hacia la inocencia de bebés dormidos.
La película tenía lugar en Tokio
justo antes del terremoto de 1 de septiembre de 1923.
En una casa gótica japonesa un hombre se escondía
en el interior de una enorme y hueca silla roja
mientras una bella
mujer que vestía ropas exóticas hacía el amor
con otros hombres sentada en la silla.
Los hombres no sabían que alguien se escondía
en el interior de la silla,
sintiendo, espiando cada detalle de su pasión.
Pasó un largo rato de la película
antes de que comprendiese que había un hombre en
el interior de la
silla.
La película continuó cayendo en una decadencia
tras otra como un arcoiris de perversiones.
No puedo describirlas todas.
Os horrorizaría conocerlas.
La silla roja era sólo el principio.
Allí estaba yo, traspuesto, sentado
con un centenar de hombres japoneses.
Era como si fuéramos el orgasmo
de arañas que follaban en sangre humana
seca.
(Richard Brautigan)
ronronea: naia