Revista Literatura

La sombra.

Publicado el 20 octubre 2011 por Raulaq
La puerta se abrió sigilosamente; una sombra entró pasando inadvertida entre las luces de los coches que se filtraban en el interior de mi habitación.El viento movía las cortinas; el aire bufaba entre  los cables de alta tensión.Un ruido me despertó súbitamente. Notaba la cama empapada de mi propio sudor; era un día caluroso, pero una corriente de aire gélido proveniente de la propia estancia me heló hasta los huesos.Vi la sombra que lentamente se acercaba; creí ver el brillo de sus ojos clavados fijamente en mí, observando todos mis movimientos. Pensé que era por el efecto del parpadeo de la farola de afuera, o quizás era por mi propia imaginación. Posiblemente, después de toda la noche, el MDA comenzaba a hacer efecto.La sombra ya besaba una de las esquinas de la cama. Yo la miraba sin poder moverme, como si unos brazos invisibles me agarraran suavemente pero con firmeza, como si estuviese hipnotizado, como si no quisiese perderme ningún detalle.La sombra seguía escalando mi lecho, lenta, muy lentamente, pero sin detenerse.Quería cerrar los ojos, quería mirar hacia otro lado; no podía apartar la vista. La sombra se acercaba más y más. Puso frente a mi cara lo que supuse era su cara, pues sentí su frío aliento en mi rostro. De un rápido movimiento abrió sus mandíbulas, dejándome ver su interior, oscuro, negro como el mismísimo infierno.Todo se nubló; perdí la conciencia. Me veía a mi mismo cayendo a un oscuro abismo mientras miles de afilados cuchillos, cortaban y despedazaban mi cuerpo mientras sufría un inmenso dolor. No sé cuánto tiempo paso, quizás un minuto, quizás unas horas o quizás días.Desperté entre gritos, pero enseguida me tranquilice a ver que todo estaba en calma. Me abracé al cuerpo que estaba a mi lado. La farola lució un momento, un breve instante que me dejó ver que estaba abrazado a mi propio cuerpo; frío, inerte; la cara desencajada por el terror. Lo que antes pensé que era sudor, ahora sabía que era sangre. Mi sangre.Yo soy la sombra.

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