La sonrisa

Publicado el 22 diciembre 2009 por Pluvisca

ilustrac: Citaliniux
Hay gente que viaja en autobús, en bicicletas,
coches, motos o aviones.
Una vez conocí a un
señor que viajaba en su imaginación, sin maletas
siquiera.
Yo creía que conocía todas las formas de ir de un
lugar a otro, hasta que un día conocí a Leopoldo.
-Buenas tardes –me saludó un diminuto hombrecillo.
-Hola –respondí. -¿Podría usted sonreír? -¿Cómo,
no creo haberle entendido?
-Es un favor que le pido…
¿Podría usted sonreír?
La verdad que me resultó
muy gracioso lo que
me pidió, así que sin ningún esfuerzo se dibujó
una sonrisa en mi pálida cara.
El pequeño Leopoldo
se deslizó por mi sonrisa
de una punta a otra.
Salió disparado por los aires
gritando:-¡Gracias!

Rubén García