La subasta

Publicado el 09 febrero 2010 por Emibel

Aquella habitación olía a perfume barato. Cortinas de raso rojas con flecos dorados. Ventanas entreabiertas que dejaban escapar el humo a tabaco negro. Suelos de madera ennegrecidos por las pisadas sucias de sus ocasionales habitantes. Sillas estilo rococó con patas cojas por antiguas. Divanes desgastados por el uso.
Mujeres que corren por sus pasillos preparándose para el espectáculo. Colorete extravagante, en sus mejillas, pelos cardados, largas pestañas postizas casi rozando sus párpados, labios pintados de un rojo carmesí perfilados en negro, ojeras pronunciadas, surcos profundos en sus comisuras, pechos alzados apretados por un rígido corset de raso plateado, medias enrejilladas de algodón, zapatos de fino tacón de charol.
Corren y corren, el espectáculo va a comenzar.
Subidas en una plataforma giratoria, una al lado de la otra, miran expectantes a su público que entra en aquella habitación maloliente a tabaco negro y a perfume barato.
Una dama entrada en años saluda a los espectadores.
Comienza la subasta.....