Confiamos en la suerte pero olvidamos que no es eterna, dependimos de algo aleatorio porque nos creíamos especiales, diferentes... Y así nos fue. Al igual que todo lo bueno dicen que dura poco, la suerte se tiene o no se tiene y no es para siempre. Es entonces cuando nos volvemos realistas. Regresamos al punto inicial de partida, pero con más experiencia a nuestras espaldas. Luchamos por lo que deseamos sin depender de nada ni nadie, únicamente confiando en nuestras capacidades y perseverancia, porque... Las cosas buenas tardan en llegar, pero llegan. Uno nunca sabe cuando conseguirá sus objetivos, por ello, no debemos permitir que la desesperanza nos gane. Tenemos que luchar a base de sudor y lágrimas, contra viento y marea y teniendo fe en que las buenas personas al final tenemos nuestra recompensa. No confíes en la suerte, confía en ti.
Confiamos en la suerte pero olvidamos que no es eterna, dependimos de algo aleatorio porque nos creíamos especiales, diferentes... Y así nos fue. Al igual que todo lo bueno dicen que dura poco, la suerte se tiene o no se tiene y no es para siempre. Es entonces cuando nos volvemos realistas. Regresamos al punto inicial de partida, pero con más experiencia a nuestras espaldas. Luchamos por lo que deseamos sin depender de nada ni nadie, únicamente confiando en nuestras capacidades y perseverancia, porque... Las cosas buenas tardan en llegar, pero llegan. Uno nunca sabe cuando conseguirá sus objetivos, por ello, no debemos permitir que la desesperanza nos gane. Tenemos que luchar a base de sudor y lágrimas, contra viento y marea y teniendo fe en que las buenas personas al final tenemos nuestra recompensa. No confíes en la suerte, confía en ti.