Si el te es la bebida nacional, el plato por excelencia de la cocina Marroquí es la Tajine.
Al igual que sucede con nuestra paella –paellera-, la tajine es el utensilio o cazuela donde se cocina el plato.
Es muy importante la calidad de dicha cazuela, las hay de diversas formas, decoradas o simplemente de barro cocido, las hay con forma redondeada, cónicas –la común- e incluso con orificios aparentemente decorativos, que sirven para cocciones no cerradas.
De las que conozca, las de mejor calidad son las que se fabrican en una zona del Medio Atlas, concretamente en Boumia y Zeida, donde la tierra tiene unas características impresionantes para dicha cazuela.
Normalmente la tajine se cocina al carbón, hay incluso el brasero para tal menester, la cocción ha de ser muy lenta y las bases siempre son las mismas, hortalizas, verduras y bien carne, pollo o pescado.
Iré haciendo entradas sobre diferentes tipos de tajines, por zonas y con diferentes condimentos.
Ahora, es muy habitual encontrar en tiendas de “diseño” de ciudades europeas, tajines, también de “diseño” que nada o poco tienen en común con la tajine original, no debemos olvidar que el concepto de cocción de ese plato, está basado en la cocción lenta y al carbón, no a la inducción o vitro cerámica.
De todas maneras, para quedar bien y hacer los primeros pinitos con el plato, puede servir, sería y haciendo de nuevo referencia a la paella, como cocinar un arroz en una paella de hierro de toda la vida o en una de teflón.
Creo que no es necesario contar las diferencias.
Buscar una buena tajine, vuestro paladar y vuestra cocina os lo agradecerán.