Según datos del INE, el 25% de la población española actual es mayor de 55 años, una cifra que no va a disminuir, al contrario se espera que aumente de forma exponencial en los próximos años pese a la llegada de población inmigrante. Una situación que puede ocasionar un problema social sino se toman las medidas y soluciones oportunas y en el que la tecnología puede ocupar una papel predominante.
Una de las mejores soluciones y que permite mejorar la calidad de vida de la población es la aplicación de las nuevas tecnologías en teleasistencia y domótica para permitir a los mayores conservar al máximo su independencia y gestionar el autocuidado de su salud.
La teleasistencia ocupa un papel destacado ya que permite que el usuario pueda avisar de las urgencias médicas o sociales a empresas y centros de asistencia. Los servicios más sofisticados incluso pueden detectar el movimiento, la respiración o el ritmo cardíaco y avisar de una posible caída o percance del usuario.
Y es que la tecnología está avanzando hacia la domotización del hogar, que permita controlar al usuario mediante un software fácil e intuitivo todos los mecanismos automatizados de la casa. Otro de los campos en continua evolución tecnológica es la telemedicina, que permitirá a las personas mayores y dependientes residir en sus hogares y así evitar tener que desplazarse con tanta asiduidad a los centros de salud. En este sentido, la teleasistencia ocupará un papel destacado al permitir al usuario ser atendido simplemente pulsando un botón con el que avisar a los servicios de emergencia.