La triada de la inconsciencia

Publicado el 13 diciembre 2018 por Decorarmonia Priscilla Locke @decorarmonia

¿Te has preguntado el por qué de la vida? ¿Qué vinimos a hacer? ¿Hay algún propósito para nuestra existencia ? ¿O somos simplemente primates con consciencia de nuestra propia mortalidad?* Las respuestas a estas preguntas requieren conocerse a uno mismo en primer lugar, pues es en nosotros que se inicia el universo entero. El autoconocimiento implica entender los procesos que nos llevan a actuar como actuamos, y esto requiere sumergirse en las profundas aguas de la subconsciencia.

Al conocernos a nosotros mismos entendemos esos procesos que nos empujan a reaccionar de determinada manera, y que de una u otra manera nos llevan a mejorar nuestra experiencia de vida, estancarnos en ella, y en el peor de los casos, a repetir patrones de existencia, relaciones auto-destructivas, atraer el mismo tipo de problema, o incluso, involucionar, caer a una espiral descendente donde llegamos a un peor lugar desde donde empezamos nuestra vida… y lo que es más grave, sin entender la enseñanza que esto conlleva.

Cuando la humanidad en general se estanca o involuciona, vemos la decadencia de las sociedades, cada vez más desamor, corrupción, promiscuidad, vicios, irrespeto. Esto es signo de que como humanos estamos reaccionando, no estamos actuando en consciencia, con un propósito elevado y una misión de vida. Todo esto se podría revertir, si como individuos recordamos nuestro poder de influencia en nuestro entorno. Y para ser una buena influencia, es ineludible el conocernos a nosotros mismos.

Hay muchas herramientas para conocerse a uno mismo. Sin embargo, la vida moderna nos tiende trampas. Las siguientes son las tres barreras que nos mantienen en la inconsciencia.

Pereza:

La pereza es una forma de cobardía a hacer un esfuerzo. Prefiere quedarse donde está, no moverse, dejar que las cosas pasen. Es el pensamiento que dicta “Si otro lo puede hacer, que lo haga otro.” El mínimo esfuerzo hace que las personas prefieran los atajos, lo fácil, lo “ready made”. Bien dicen que la pereza es la madre de todos los vicios, pues nos lleva a dejar de lado el enaltecimiento que se halla en el sacrificio, la recompensa que hay tras una ardua labor perseverante. La pereza siempre aconseja postergar.

“No tengo ganas.”

La pereza no actúa para buscar la verdad.

Ignorancia:

Por si misma, la ignorancia no es algo malo, lo negativo es permanecer en ella, negarla o sentirse orgullosa de ella. Mucha gente ignora la importancia de conocerse a profundidad. No se dan cuenta de sus acciones, y las atribuyen a un destino incierto, o a la mala suerte. No saben que pueden llegar a tener control sobre sus reacciones. La ignorancia es peligrosa cuando se ignora, es decir, cuando no se sabe que hay algo que saber. Es la más profunda de las inconsciencias.

“No lo sé.”

Y no busca la verdad.

Apatía:

La apatía es esa sensación de desazón y desinterés. A la apatía no la mueve ni la conmueve nada, es indiferente, ajena. La apatía como hermana de la pereza se desentiende de moverse para colaborar con otros. Por ignorar el hecho de que como humanos aparentemente separados, somos partes de un gran conjunto que se influencia entre sí, prefiere apartarse del problema.

“No me importa.”

Y no le importa buscar la verdad.

Estos tres estados son los que mantienen al hombre en la inconsciencia, una especie de triada que estanca al hombre a un estado de letargo, distracción y postergación de lo que es importante. Ya sea por pereza, ignorancia o apatía. Estos tres estadios del ser nos impiden la evolución. Si actuáramos en vez de quedarnos en esa zona de confort. Si buscáramos la verdad de manera constante, sin dejar que las ideas y creencias que se nos implantaron nos filtren la inforamación que contradice lo que nos saque del letargo de la apatía, quizá entonces lleguemos a esa edad dorada de la que hablaban los profetas, que la humanidad alcanzaría una ascensión espiritual masiva. Mientras vivamos en pereza, ignorancia y apatía nada va a cambiar.

Creer que la realidad se limita a lo que captan nuestros cinco sentidos es algo muy ingenuo. Tuitea esto:

El sistema actual para protegerse nos ha confinado a estos tres estados. Las tareas del hogar son cosas muy sencillas de hacer, y la industria ha creado productos que incentivan la pereza, por ejemplo, las sopas instantáneas. He escuchado con tristeza a personas decir que les da pereza preparar un almuerzo “normal” porque “qué pereza, cuando es tan fácil abrir una lata de sopa pre-cocida”. Así, una alimentación rápida de preparar que no requiere esfuerzo, pero que no tiene nutrientes que nos den energías, ganas de vivir. Llenamos ese vacío con drogas, entretenimiento vanal, interminables horas frente a la televisión, mirando a otros vivir. Así permanecemos en la ignorancia sobre lo que es fundamental, importante. Y a la breve insinuación de estos temas filosóficos, surge la apatía, “eso no me importa, me aburre, quiero entretenerme”.

Cómo escapar de la triada de la inconsciencia:

La pereza se vence con acción. Hazlo ahora. Recuerda que la pereza no paga.

La ignorancia se vence con curiosidad. Empieza leyendo a muchos autores. Los libros son un pequeño candil que lucha contra la oscuridad de la ignorancia.

La apatía se vence con empatía. Para desarrollar la empatía, involúcrate, ayuda a otros, sal de tu pequeño círculo y empieza a volverte una buena influencia.

Estoy convencida de que un despertar espiritual masivo se avecina. Veo venir un gran cataclismo, puede que sea literal o figurativo. De hecho, ya lo estamos viviendo ahora. Los cambios culturales, sociales, políticos nos empiezan a mostrar esta revolución. Los que están dormidos se condenan al estancamiento y eventualmente perecerán. Cuando este despertar alcance la masa crítica, nos veremos liberados de las cadenas del consumismo insensato, enfermedades prevenibles, delincuencia, corrupción… es una edad dorada que no sé si mis ojos llegarán a ver. Espero con mi pequeña contribución movilizar a las almas a dejar ese estado de pereza, ignorancia y desidia que impiden el establecimiento de una nueva era de luz, desarrollo, colaboración y abundancia para nuestro querido planeta Tierra.


  • Si nunca te has hecho estas preguntas, quizá tengas un nivel de inconsciencia preocupante. Analiza si es por pereza, ignorancia o apatía. No seas parte del estancamiento de la humanidad.

© 2018, Pitonizza Punto Com. Licencia de uso: Atribución-SinDerivadas CC BY-ND

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