Era una noche fría y oscura.En un callejón un cuerpo sin vida.En su cabeza un gran herida.Pasó el camión de la basura.
Su alma perdida bajó hasta el avernopara pagar por ser mala gente.El fuego prendido se heló de repentey se congeló en el mismísimo infierno
Su alma errante vagó ni descansoatormentando al que fue su asesino.Desquiciando su mente, destrozó su destino ocultó su locura en un vaso
El ánima consiguió su venganzay el asesino se terminó suicidando.Ahora es su alma la que anda vagandoy en las tinieblas ya no quedan plazas.