Como una manzana voluptuosa que sabrosa se hace agua en una boca,
se desnudó ante mis ojos para que la admirara toda. Se dio vueltas ya
sin ropa y se vio oronda, ondeó banderas y arrió velas en una góndola
por el Canal de la Ostras. Alzó sus brazos en arco y posó en flecha que
atravesó la pradera durante horas gloriosas; y vino a encajarse aquí
en mi alcoba, en el corazón de Casanova que sobre mi mesa reposa.
A fundirse en los aromas de mí historia, sobre los ramos de prosas
eróticas que ornan el edén de mis memorias, donde los Milsueños
obran con su aroma primorosa. Vino buscando guirnaldas, aplausos,
cantos y bardos. Me trajo su cuerpo de maja, como pintado en un
cuadro, ondulando con sus caderas sin bisagras. Sueltas las riendas,
la espalda en llamas; las ganas ávidas, disuasiva y agraciada…
Dominante, caprichosa y mórbida; seductora y atractiva cortesana.
La vi nadar en las olas y en sirena ir a estrellarse sobre rocas, en pez
pega con mi cola de langosta y en luciérnaga dichosa que canta
cuando se enamora; la vi y recuerdo las formas tan vistosas que la
ornan. Y la vi en cortina de salón y la sentí en batidora, en sudores
y en gemidos vuelta loca. Con el moño despeinado y temblorosa,
con la piel hirviendo en sangre; y de cruenta droga en amapola…
La vi toda, la Venus bañada en rosa, como en un cuadro de otrora.
Toda ella la campeona, la que gana y corre otra porque una medalla
nunca sobra a quien se dopa; de ardor como fuente de lujuria
inspiradora. Contra el muro autoritaria gritó sorda, no se oyó y
volvió a gritar, si me retornas, brindaremos boca a boca sin más
copas. Volaré cual mariposa redentora; y libaré todo tu néctar sin
demoras, de nardos, cerezas y pomarrosas. Y seré tu musa de prosas.
Con los ojos ya cerrados gimió tierna, con las manos en su busto
y yo empujando, con el cuerpo acalorado abrió las piernas, dilatando
su interior a lo más ancho. Como presa que se inunda me dio un
baño, en la fuente de sus años realizados. Y en el fuego se inmoló
cuando oyó cantos, embriagada con un trago apresurado; y en el
suelo relajó mistificando, pues lograr un buen orgasmo es un milagro.
Como Fénix volvió al cielo ya sin alas, se colgó del firmamento y dio
palmadas, se fue dos veces al séptimo y dos veces aun lejos. Me dijo
suave te quiero, me dio un beso y otro beso y otro beso, se ensalivó
con mis dedos y se deleitó sonriendo; y en su fuente me di un baño
de sonetos. Otros dos ya me había dado acariciándola; y aun dos
más nos dimos esta madrugada, en la cama, en la cocina y en la sala.
Y se durmió llena de dicha entre mis sabanas, acurrucada entre
mis brazos que la aman, suturando sus quemadas con mi magia.
Como rosa de cantero ensimismada, que florece un día entero si
no escampa. Como Venus vuelta verso, tallada en una fachada y
firmada con letras romanas. Como todo lo que pueda imaginarla,
como dios manda a quien les habla. Como ella sabe que ama,
como se entrega a sus anchas, como se cuelga de ramas con las
cortinas cerradas; y como renueva la tanda cuando se levanta.
Picture Caya Modèle by Jeanmarc Picot
Web of the model: http://cayamodele.wordpress.com/
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