1. Solidaridad inglesa De sobra es sabido que nuestros amigos los ingleses, no destacan precisamente por su buen gusto a la hora de vestir. Basta con darse una vuelta por nuestras costas para corroborarlo. Quizá, como muestra de solidaridad hemos decidido ser más horteras que ellos y librarles de ese sambenito durante las tres semanas de competición.
2. Guiño a Marichalar Visto lo visto, El Duque de Lugo no era el garbanzo negro de la familia real (en ese cocido lo difícil va a ser encontrar uno blanco). Así que no descarto, que como desagravio por su exilio de la Casa Real le hayan concedido el honor de ser el diseñador de dicho uniforme. Si eso fuera cierto, todavía debemos dar gracias de que no se haya empleado tan a fondo como lo hace con su indumentaria habitual.
3. Necesidad de financiación
4. La herencia Esto lo comprenderán mucho mejor todos aquellos que tengan hermanos mayores. ¿Quién no ha heredado la ropa de sus hermanos mayores? ¿Quién no ha lucido un chándal con parches por todos sitios y marcas bien visibles de los dobladillos?. Aquí nos ha pasado lo mismo, la dichosa herencia ha vuelto a hacer de las suyas, y su última consecuencia ha sido dejarnos esta horrorosa equipación.
Resumiendo, que faltan todavía tres meses para el inicio de la competición y los españoles ya hemos dado el cante. Por lo visto sólo hay una persona que se ha manifestado a favor de esta indumentaria, el jugador del R.Madrid Fabio Coentrao; que está tramitando la doble nacionalidad porque afirma que el bordado amarillo le hace juego con las mechas rubias.