La vereda

La vereda se reparte entre la vida y vos
mira la gente soñar, maldecir, amar
buscar caminos de libertad y pasiones,
la vereda sabe de las maldiciones
de la parejita que hacía un milagro había dicho que sí,
de los gritos de auxilio,
de los chicos viviendo mundos en donde era mar bravío
desierto calcinante, noche de fantasmas
donde era pista de patinaje y cancha de fútbol
y del beso clandestino que le robaron a la madrugada
y del nerviosismo de ella y del atrevimiento de él,
la vereda sabe y calla,
la vereda se disculpa con tus pasos y te abraza la piel
la vereda no comparte la velocidad del auto
la vereda es el oasis del descanso, de un cigarrillo
de la satisfacción del niño que llegó desde la otra orilla,
la vereda es cómplice de la vecina
que barre y barre a la pesca de la noticia
que la convierta en la reina del barrio por 5 minutos,
la vereda tiene hambre y se come a los vendedores
y los cansa y los ata y por fin los premia con una venta,
la vereda es el universo donde me esperabas
la caricia del abuelo que sale a beber el sol
y el tiro al blanco de esa maldita paloma
la vereda es la que una mañana
te descubrió en el medio de  la vida.